2002. Martes, 17 abril, 2012

Capítulo Dosmilésimo segundo: "El verbo amar es un verbo regular, con eso está todo dicho”. (Alberto G. 56 años, sus labores)

Tucidides de Tracia descubrió las leyes físicas del crecimiento de los cuernos. Es sencilla: "los cuernos emergidos de una calva crecen en proporción directa a la edad del emergente, en indirecta de la masa de la esposa y en función del cuadrado de la distancia que los separa, aunque abonados convenientemente pueden crecer más deprisa todavía”.

"Hecho un corral de cuernos te contemplo" le decía don Francisco de Quevedo a un cornicéfalo del Siglo de Oro, con la mala leche que era habitual en aquel hombre. (así acabó, dicho sea entre paréntesis). No siempre que se tienen cuernos se es un animal mugidor. a veces se bala (no de disparar balas, sino de balar, como la cabra Amaltea). Incluso hay quien pronuncia discursos de clausura en simposios, funda asociaciones, firma hipotecas o se ocupa de otros menesteres, y tiene unos cuernos de miedo.

En un mundo de cornudos como el nuestro, salir a la calle sin cuernos es un impudor atroz. Unos cuernos modestos, sin ostentación, pero límpidos, son nuestro mejor ornamento. ¡Hombre ya!


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