1964. Jueves, 9 febrero, 2012

Capítulo Milésimo noningentésimo sexagésimo cuarto: "Si hubiera que explicar, en dos palabras, por qué la raza humana no ha alcanzado, ni alcanzará jamás todo su potencial, esas palabras serían: las reuniones" (David Barry, 1947; escritor estadounidense)

Recortar los círculos de la plantilla de la derecha y colocarla sobre distintas zonas del cuerpo –con especial incidencia en la cara- aplicando en cada agujerito un pintauñas de color rojo en alguno de sus muchos tonos (al secarse el color puede variar por lo que conviene hacer algunas pruebas antes de llevarlo a la práctica); retirar la plantilla y con los puntos ya secos entrar a la reunión de turno dicendo: "no faltaría por nada del mundo a esta imprescindible reunión, pero no sé que me pasa, no me encuentro muy bien, tengo como escalofríos..”

Aunque cinco es la mitad, ocho de cada diez jefes te dirán que es mejor que te marches a casa. Llegados a este punto es recomendable disculparte diciendo que no, que te quedas, que el trabajo es lo primero y bla, bla, bla, esperando a que insistan. A la segunda recomendación uno puede marcharse mezclando un lastimero muchas gracias acompañado de una oportuna tos. Día libre. Mano de santo.



... guateque

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