1775. Lunes, 28 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo septuagésimo quinto: “Esta es la primera época en la que se piensa seriamente en el futuro, lo cual es irónico, ya que es probable que no tengamos ninguno”. (Arthur C. Clarke, 1917-2008; escritor británico)

Alguien me ha regalado una esfera. Tenía yo ganas de poseer un globo terráqueo y el globo terráqueo, como una fruta pimpante, se ha posado sobre mi mesa de trabajo. No es esta esfera ni muy grande ni muy pequeña. Si fuera grande, me produciría una impresión de esfera de menaje pedagógico escolar. Si fuera muy pequeña, no se verían los nombres de los continentes, de las naciones, de los mares, de las islas. Diríase, en imagen de Gómez de la Serna, un balón de fútbol en traje de luces o un globo de feria sin la amenaza de convertirse en un higo morado. Ahí está el mundo, nuestro mundo, representado como una lección esquemática: una bola de billar grande, envuelta en una bandera de colores. Colores amarillos, verdes, rojos, rosa, siena, morados para la tierra, y colores en diversas escalas de azul, para los mares que dan, como un tiovivo, vueltas y más vueltas.

Ya sé que en los tiempos del gps y del googlemaps, en los tiempos de la antesala de la teletransportación, tener una bola del mundo es algo ilógico, absurdo y, lo que es peor ahora: anticuado, pero a ciertas edades la nostalgia es mucho más fuerte que cualquier nueva tecnología… aunque sólo sea de forma simbólica.

Que podremos ser mayores, sí, pero no tontos.



... bisiestos

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1774. Viernes, 25 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo septuagésimo cuarto: “Ninguna frontera tienta más al contrabando que la de la edad” (Robert Musil, 1880 - 1942; escritor austriaco)

En todos los tratados de los que estudian estas cosas se habla del labio superior como una de las zonas más excitantes de los conocimientos bíblicos. Y hablo del de la boca, que ya sé que cuando se habla de labios a más de uno le da la risa floja. Pero esta vez la cosa va de algo tan puro y casto como son los besos. Siempre, claro está que tengan los suficientes intercambios de fluidos para considerarse como tales.

El caso es que el nacimiento del beso tiene tantas explicaciones -y tan peregrinas- que a buen seguro ninguna sea cierta. Los hay que certifican que nació en Grecia (en la de antes, con sus filósofos, sus efebos y sus Helenas de Troya), cuando las mujeres intentaban comprobar con un beso a tornillo si sus maridos habían estado en la taberna del ágora Mayor con los amigotes dale que te pego al hidromiel con vino (de Corinto, imagino). Otra teoría señala a la Tierra de Fuego como el punto de partida del beso. Los indios que habitaban dicha región desconocían el uso de los vasos y, para beber, se pasaban el agua unos a otros con la boca. Dicho así la verdad es que suena a juego de yogurines intentando intercambiar fluidos con la tíabuena de la tribu con cualquier disculpa pero, como decían en un anuncio de la tele, yo lo he leído.

Sea como fuere, en ósculo apasionado, puede provocar un cambio tan brusco que, según los mismos de antes (los que estudian estas cosas) puede acortar nuestra vida hasta tres minutos. Pero, siendo serios, ¿qué son tres minutos menos ante tal derroche de placer?



... historias extra-ordinarias

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1773. Jueves, 24 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo septuagésimo tercero: “Cuando se trata de recordar la boda, las mujeres hablan siempre de la ceremonia; los hombres, de la despedida de soltero” (Proverbio Italiano)

Con demasiada frecuencia encendemos el piloto automático y transitamos por la vida repitiendo acciones y viviendo cada día igual que el anterior. No tienen nada de malo; es cómodo, es seguro, es predecible. Hasta que un día, de repente, te das cuenta de que hay cosas que con el paso del tiempo van cambiando y que no tienes más remedio que adaptarte a ellas. Y lo que es peor: aceptarlas

Así, cuando por tu manía de estar desnudo en casa ya habías aprendido lo complicado que era acércate a la cocina, fuera para freír pechugas de pollo empanadas o arroz frito tres delicias, una tarde cualquiera, de repente, descubres que aquel baile espasmódico –a medio camino entre un ataque epiléptico y los ensayos de la niña del exorcista, que tanto te gusta hacer antes de saltar al sofá, lo único que provocan ya es que tus abdominales tiemblen como la más aguada de las gelatinas.

Es malo hacerse viejo, muy malo..



... el negocio de las ballenas

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1772. Miércoles, 23 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo septuagésimo segundo: “Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás” (William Faulkner, 1897-1962; poeta estadounidense)

Me escribe una joven y distinguida señora invitándome a tomar parte en un curioso y sólo aparentemente pueril torneo de los muchos que, cándidamente, vienen teniendo lugar en estas notas, ni más ni menos que sobre si es o no es indebido pedir un huevo frito en un buen restaurante. Y, ya llegando al fondo de tan crucial discusión, si es o no conveniente mojar pan en él.

Tema difícil si los hay, porque bordea el posible fastidio de muchos, y plantea todo un reto (sin negar que el reto es, para el hombre, una de las salidas al mar de la delicia -¡eso es poesía y lo demás fruslería!) ya que es una de esas opiniones que tanto se parecen a los culos (o al hojaldre como lo llama cariñosamente cierto conocido): cada uno tiene el suyo.

Parto de que el espectáculo de comer debía ser la mayor parte de las veces privado, sobre todo en relación de amores, pero ya entrados en materia, no sé por qué a los mismos que les parece un espectáculo grandioso contemplar en los garfios de un tenedor la carne sangrienta les parece insufrible y tremendo ver un trozo de pan manchado de yema.

Con los peligros que tienen las afirmaciones categóricas, y más cuando se hacen tan afirmativamente, a mí me parece que no mojar pan en un huevo no tiene disculpa. No saben los que se pierden.



... negativos

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1771. Martes, 22 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo septuagésimo primero: “Nosotros matamos el tiempo, pero el nos entierra” (Joaquim Machado de Assis, 1839 - 1908; escritor brasileño)

¿Alguien se ha parado a pensar en la cantidad de horas que perdemos con titubeos antes de pasar a la acción? A mí, por ejemplo, me deja hecho polvo el asuntito de la camisa. Creer que no vas a acertar entre la que eliges y la que tenías que haber elegido consume siempre un tiempo innecesario y te tiene dando tumbos un buen rato. ¿Y el pelo, la colonia, el alter-shave? Física cuántica. Y eso sin entrar en palabras mayores, como esas normas básicas de saludo, estilo y conversación que tienes que perpetrar obligatoriamente cada vez que te encuentras con alguien. ¿Cuánto tiempo perdemos en preguntar una y otra vez algo que, además de saber ya respuesta –"buenos días, todo bien gracias"- encima no nos importa lo más mínimo?

O le amplían las horas al día o voy a tener que reducir drásticamente el tiempo que empleo en pensar que tengo que pensar. No compensa.



..lsol y perros

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1770. Lunes, 21 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo septuagésimo: “Mirar un escote es como mirar al sol, no hay que observarlo fijamente porque es demasiado arriesgado. Jerome Seinfeld, 1954; actor estadounidense)

Puede sonar a burrada (aunque siendo lunes estaría más que justificada), pero lo dice la ciencia: para cortar una pechuga de pollo con suficiente tranquilidad es más indicado la taza del vater (la que –casi-todos tenemos en el retrete de casa) que la tabla que usamos normalmente para hacerlo. Y a ver quien somos nosotros para llevar la contraria a la ciencia

Según un estudio del departamento de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Arizona en los EE.UU) ésa es precisamente la zona de la casa que menos bacterias tiene. De hecho, hay 200 veces más coliformes fecales -bacterias de las heces detodalavida- en la típica tabla de cortar que en la susodicha taza. La culpa de todo la tiene el hecho de que la mayoría de la gente sólo enjuaga las tablas en lugar de lavarlas a fondo, algo que unido a las grietas que crean los cuchillos, suponen el hogar perfecto para las bacterias.

Claro que si empezamos así no deberíamos de levantarnos de lugar tan visitado. Trapos de cocina, sábanas, toallas, alfombras, mandos de la tele, botellas de agua y hasta la correa del reloj, son un nido de bichos que (aunque también tienen derecho a vivir) se empeñan en hacerlo a nuestra costa.

De todas formas, no hay que preocuparse. Mierda que no mata, engorda. Además, tampoco es plan de hacerlo todo dentro de la taza del retrete o encima de su tapa… por muy grande que sea, es lo que es. Que ya tenemos una edad y en una de esas, ¡zas, en toda la boca! Y ya la cadera no suelda como antes.



... por orden

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1769. Viernes, 18 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo noveno: “Cuando bordeamos un abismo y la noche es tenebrosa, el jinete sabio suelta las riendas y se entrega al instinto del caballo”. (Armando Palacio Valdés, 1853 – 1938; escritor español)

Conversación real entre dos chicas sobre un ejemplar masculino (que no está presente en ese momento): “Debe ser de esos que te lo hacen despacito, pero muy profundo”. El caso es que para alguien como servidor, analfabeto absoluto en todas y cada una de las cuestiones que atañen (aunque sea de refilón), a la indescifrable mente femenina, semejante comentario le pilló completamente desprevenido. Y sí, ya. Escuchar lo que cuentan otras personas no es, precisamente, de buena educación, pero hay que reconocer que con semejante titular… Yo es lo que tengo que, en aras de la investigación y el análisis de los comportamientos humanos en el entorno laboral (el aburrimiento es muy malo) se me van los oídos con bastante frecuencia a sitios donde no me llaman ni me dan vela en el entierro. Aunque este caso me ha valido para sospechar que las mujeres, cuando se ponen a hablar de sexo –al menos entre ellas- son de una sinceridad apabullante, algo de lo que los hombres adolecemos completamente.



... más "historias extra-ordinarias"

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1768. Jueves, 17 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo octavo: “No hago ningún tipo de ejercicio. He elegido anquilosarme como opción vital”. (Woody Allen, 1935; cineasta estadounidense)

Las dos de la mañana. Si te tapas tienes calor, si te destapas te hielas. Es lo que tienen los edredones nórdicos de plumas (mejorando lo presente). A esas horas, uno se devela y la cabeza empieza a dar vueltas con cuestiones metafísicas que nunca se te hubieran ocurrido de andar soñando lo que es debido, que te conviertes en el objeto sexual de una banda de fornidos y rudos hombres balcánicos, entregados a la lujuria. Por ejemplo.

Pero la realidad es más prosaica y son otras cosas -bastante más ordinarias- las que acaban invadiéndote a esas horas de la madrugada. Así, y mientras empezaba a cerrar un ojo me acordé de la frase -poesía en estado puro- que a menudo pronunciaba la actriz Bette Miles y que resulta ser uno de esos raros axiomas que acompañaron, acompañan y acompañarán a la mayoría de los hombres desde que el mundo es mundo.



O desde antes, incluso.

... escenas peligrosas

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1767. Miércoles, 16 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo séptimo: "No hay nada más repartido equitativamente en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente" (René Descartes, 1596-1650; matemático francés)

Como animales sociales que somos, necesitamos la cercanía y el calor de los demás. Pero siempre, y por el bien de todos, será imprescindible mantener cierta distancia. Mi abuela empeñada en mantener su sitio dentro de la familia pero obsesionada con no estorbar en ella, lo explicaba con una pequeña historia.

En una fría noche de invierno unos erizos, heladitos ellos, descubren por casualidad que si se juntan tienen menos frío. Se van acercando hasta que se dan cuenta que a partir de cierto momento se pinchan unos a otros con sus púas. Molestos por los pinchazos se apartan… pero según se van alejando empiezan a lamentarse de haber perdido un calor que les resulta necesario… aunque saben que si se vuelven a juntar se acabarán pinchando. Así, entre el miedo y la necesidad, se van acercando y alejando, se van acercando y alejando, hasta que, tras varios intentos descubren que existe una distancia, una delgada y concreta distancia, que les permite darse calor sin pincharse.

Al cabo del tiempo me enteré de que la historia se la atribuían a todo un afamado filósofo, Arthur Schopenhauer. Sin embargo, pocas cosas puedo afirmar de una forma rotunda y segura como la de que mi abuela jamás de los jamases hubiera oído hablar de tan considerado señor.



... diestros y zurdos

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1766. Martes, 15 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo sexto: “Es preferible realizar una buena acción cerca de casa que ir muy lejos a quemar incienso” (Proverbio chino)

Kit de salvamento para cualquier tipo de reunión en la que el jefecillo de turno (de esos que secreenmierda-y-nolleganniapedo) te obliga a asistir con el cuento de "lo imprescindible que resulta tu presencia".

Lo colocas delante, bajas la cabeza… y listo.


... lo único peor a una flauta, son dos

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1765. Lunes, 14 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo quinto: “El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta” (Herbert von Karajan, 1908 - 1989; músico austriaco)

Te mira como si por primera vez estuviera ante un hombre tan hombre que ya jamás podrá mirar, lo que se dice mirar, a ningún otro, y es más, ningún otro pelo, culo, boca, cintura, manos, será ya objeto de su atención. Pero, desde luego, no es como te mira, es lo que te dice cada mañana al despertar, porque ya nunca jamás te despiertas de mal humor, con pesadillas o dolor de cabeza, sino dispuesto a recrearte en su voz, y te desperezas vivaracho para correr a apoyar la cabeza sobre su hombro; entonces él susurra cada, cada mañana las palabras de amor más seductoras. Y nunca se repite, siempre es original, coherente, masculino, apropiado, cariñoso y divertido. Te lee los silencios y adivina siempre, siempre, siempre lo que te ocurre. Allí está él, para aliviar la carga de la incomprensión o la contrariedad. Él es tu vitamina C y tu psiquiatra. Tu más perfecta fantasía morbosa y el rey del bricolage. Tu futurólogo y el mecenas que impulsa tu vena creativa. Sólo con un cruce de miradas sabe que tiene que arrástrate suavemente hasta el reino del placer, mucho placer con mucho amor, hasta que agote los sentidos. Jamás se duerme después “de”, lo conciertos con bis dejan mejor sabor de boca para emprender un paseo bajo las primeras estrellas, o una lectura reposada con un poco de jazz, escucha lo más íntimo de ti para compartirlo de verás, llegar a lo más profundo de tu identidad y, lejos de utilizarlo o decepcionarte, crece su amor mientras tu sabes que nunca conocerás la melancolía bajo un cielo espectacular de la maldita tarde en la que el último suspiro sabía a peligro.…

Y entonces, de repente, te sale el título de la fábula: "Yo también tuve un sueño" (frase que, por cierto, vale para casi todo) o, como decía aquel slogan, “El cine, en el cine”, porque cualquier parecido de la historia con la puta realidad de cualquier convivencia es pura coincidencia.

Pues nada, ellos venga a darnos la brasa una y otra vez con el SanValentín de las narices. Y lo dice un tío, servidor, que no es más que un tipo normal y corriente pero que, al menos en los contubernios de "eso" que llaman "amor", ha tenido una suerte increible. Pues, con todo y con eso, no creo que un día tan artificial como el de hoy tenga nada que ver con la, -a ratos única, a ratos jodida y siempre dificil-, realidad. Ni de lejos.

... Jerónimo

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1764. Viernes, 11 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo cuarto: “Este hombre debe ser un gran ignorante, pues a todo lo que se le pregunta da una contestación François Marie Arouet -Voltaire-, 1694-1778; escritor francés)

Por mucha confianza, por mucha compenetración, por mucha complicidad que exista, nunca, pero nunca, nunca, hay que decirle a una pareja que cuando se corre pone la misma cara que ponía tu abuelo cuando le sentaba mal el cocido.

También le sentará mal.

La experiencia es un grado.



... más "historias extra-ordinarias"

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1763. Jueves, 10 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo tercero: “Si tienes la lengua larga conviene que tengas el lomo duro" (Proverbio ucraniano)



Y es que cuando las cosas no están bien, hay que ir a lo seguro. Lo que sé, es, viendo lo bien que resultan, que no haya más personas que monten este tipo de negocioel suyo.

... matemáticos en la luna

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1762. Miércoles, 9 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo segundo: "Una abuela es demasiado sabia para no portarse como una niña con sus nietos“ (Philip Moss, 1922- 2002; pedagogo estadounidense)

Un economista, Steven D. Levitt, y un periodista, Stephen J. Dubner, han realizado un estudio, en los que demuestran, estadísticamente al menos, que los servicios de las señoritas ejercientes del el oficio más viejo del mundo (las primeras empresarias de la historia, emprendedoras ellas) han ido abaratándose en los últimos cien años por una prosaica cuestión de oferta y demanda. El estudio demuestra que, aunque existe un aumento de señoritas putas proporcional al aumento de población, ya nada es lo que era: el 20% de los hombres nacidos entre 1933 y 1942 perdían su virginidad con estas hacendosas autónomas, hoy, sólo acuden a ellas para tal fin un 5%

Como pasa en casi todos los negocios, la aparición de pseudoprofesionales que han roto los precios del mercado cortoplacista estan siendo la ruina de tantas y tantas profesionales. No se dan cuenta que lo barato suele, a la larga salir caro. Y en estos casos, más.



... el incendio de Roma

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1761. Martes, 8 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo primero: “El amor comienza y termina en la boca. Al principio un beso, y al final un bostezo” (Emily Dickinson, 1830-1886 poetisa estadounidense.)

Por si alguien no se había enterado (tipo empresarios de las pompas fúnebres, o los pobres trabajadores de la salud mismamente, a los que el trabajo mal pagado les aumenta –aún más- en estas épocas por aquello de las depresiones y tal), estamos en crisis. Por eso, es hora de poner en marcha ideas que nos ayuden a superar estos aciagos momentos. Hoy, en peluchepráctico, cuatro ideas fáciles, con sus respectivos ejemplos, cuyo desarrollo puede ayudarnos a salir del agujero.

Lo primero: dejarse de hipotecas. Hay alternativas, no cuestan un pastón y dan el mismo resultado (incluso mejor porque hasta te puedes ahorrar el abonotransporte). Como decía mi abuela (que murió sin un duro): para que se lo lleve el banco me lo gasto yo.



Dos. Poner a los hijos a trabajar en cuanto surja la ocasión. Aunque la ley lo prohíbe, hay muchas ocupaciones en las que basta el consentimiento paterno para explotarlos (perdón quería decir para-que-ayuden-a-la-sociedad. Y la cosa no se reduce sólo al mundo del artisteo.



Tres. Poner en práctica todo aquello que uno aprende en los erasmus, cursos de altos ejecutivos/directivos, masteres varios, y emebeas en algo que acabe en internacional. Cuestan una pasta y, aunque lo pague papá, no está de más recordar aquella clase a la que uno fue la vez en la que el insomnio hizo que te levantaras temprano.



Y cuarto. Quizá lo más importante: seguir al pie de la letra la frase de Alejandro Dumas (padre) cuando afirmaba: "Si dais la impresión de necesitar cualquier cosa no os darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico." Hasta en la casa de uno.




(Nota la margen: si es para presumir la parte posterior del comedor no conviene enseñarla)



... legos

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1760. Lunes, 7 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo sexagésimo: "Es muy sencillo, mira. Tijeras cortan papel. Papel tapa a piedra. Piedra aplasta a lagarto. Lagarto envenena a Spock. Spock rompe tijeras. Tijeras decapitan lagarto. Lagarto devora papel. Papel desautoriza a Spock. Spock vaporiza a piedra. Y como siempre, piedra aplasta a tijeras" ( Sheldon Lee Cooper, físico teórico. The Big Bang Theory)

El infierno, ese lugar inhóspito donde los condenados sufren castigo eterno después de la muerte, ha sido representado en la historia del arte por diferentes iconografías, desde El jardín de las delicias de El Bosco o La Divina Comedia de Dante, a la autopista de los AC/DC o South Park.

Pero, sin duda, es en el ambiente laboral quien mejor ha imaginado las infinitas combinaciones de tortura, sufrimiento y dolor. El peor infierno debería estar representado por un lunes perpetuo con jefes poligoneros, empleados tragando saliva, un público vocinglero y gañán ¡tienes que hacer lo que a mi me de la gana que para eso te pago yo con mis impuestos!) al que atender, y todos ellos fustigados por los aires botijeros de la mala leche que se le pone al mundomundial en el comienzo de semana.

Por lo menos en South Park Sadam Husein se la chupaba a Satán. Eso que gana. Aquí ni eso. También es verdad que, al menos ahora mismo, ni ganas.



... lego

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1759. Viernes, 4 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo quincuagésimo noveno: “Dime lo que deseas cuando te hago un oral. Pero sólo en una o dos palabras, como "más" o "ahí mismo". Una oración completa arruina el momento" (José J. Martín, 1970, funcionario)

Sin rodeos. Las personashumanas hombres (los tíos) somos una cosa muy triste. Como organismo pluricelular digo. Y no es que me haya pasado al lado oscuro de la antimisoginia militante. No. Pero es la pura verdad. Sobre todo si hablamos de la capacidad, más que teórica, que tienen nuestras congéneres (las tías) a la hora de poder disfrutar del coiteo. Y no hace falta acudir a la maldición bíblica (pu-ta-da) de tener el periodo refractario obligatorio entre uno y otro, (desgracia que ellas, al menos fisiológicamente, no sufren) sino en cuestiones de calidad también.

Que se sepa, hasta el momento, en las partes pudendas femeninas han encontrado cuatro puntos, cuatro (A,G,K y U) que, bien manipulados, pueden ponerlas en orbita. Y digo “hasta el momento” porque está claro que cada vez que un investigador se calza el casco de espeleólogo y se interna en tan desconocida zona, descubre algo nuevo. Tampoco es raro que esté todo sin descubrir, históricamente el tema del disfrute femenino ha importado más bien más bien poco y lo cierto es que sus avances y descubrimientos se han debido, generalmente, a golpes de suerte y casualidades.

En cuanto a los hombres (tíos), al menos alfabéticamente, apenas contamos con una letra a la que, encima, por su situación, la mayoría de las personashumanas hombres sólo disfrutarán a partir de los cuarentaytantos una vez al año y en un sitio tan poco inspirador como la consulta del proctólogo.

¡Qué mal repartido está el mundo, coño!



... más "historias extra-ordinarias"

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1758. Jueves, 3 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo quincuagésimo octavo: “Quieres un buen consejo para tu éxito en la vida? Ayuda a los otros a sujetarse la careta”. (León Daudí, 1905-1985; escritor español)

Entró pisando fuerte y con cara de satisfacción, pero lo único que consiguió fueron los diplomáticos saludos de rigor. Nadie se había fijado en su cambio. O mejor, nadie había querido fijarse. A mi, alma sensible por naturaleza, me da un poco de pena y decido ponerme digno. Yo solo, con mis manitas y mi tricotosa, me planteo elaborar una entente cordial con ella, que qué bien me cae esta chica qué lista es y qué centrá. Pero no hay manera, apenas le hablo de las morcillas y me manda a que me las tome. Y la comprendo. Las cosas no son así. Si te gastas la paga extra de tres años y encima te tienes que pasar tres semanas dándole sorbitos al caldo de jamón Aneto, es para que se te note y no para que te ignoren.

Y, ojo, que cada uno tiene el derecho de hacer con su cuerpo lo que quiera/pueda. Dios me libre de decir lo contrario, pero haberse puesto colágeno en el morrillo para que cuando vuelves luego al trabajo una panda de insensibles no te llame ni drag queen tiene que ser desesperante. Pobrecita mía.



... el primer ataud

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1757. Miércoles, 2 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo quincuagésimo séptimo: "Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo" (Aristóteles, 384 a.C - 322 a.C; Filósofo griego.)

Yo también siento añoranza y profunda memoria sentimental de los cines de barrio. De los ya inexistentes programas dobles, de entrar en el refugio a las cuatro de la tarde y salir a las ocho después de haberte zampado un enorme cucurucho de pipas mientras veías a Fantomas luchando contra todo lo que se le ponía por delante, fuera Scotland Yard o el mismismo Fu-Manchú, inolvidable aquel duelo de malvados en los que nunca lograba ganar nadie porque, como todos sabíamos, los protagonistas nunca mueren.

Ahora, que los tiempos han cambiado, ya no hace falta ir al cine para ver una sesión continua a villanos de serie b, basta encender la televisión. No es lo mismo, ya lo sé, está a años luz, ya lo sé… pero cumple el mismo papel, y además, es lo que hay. Ayer lo hice y me topé con una dadaísta entrevistadora que (aunque sólo veamos los documentales de lados) todos conocemos, esa reina del chándal de la que ya no sabes si es real o una abstracción articulada. Y me di cuenta que cumple el mismo papel de guionizada villana luchando contra todo lo que le ponen delante. Reinventándose según el malvado que tenga enfrente. Ahora, por ejemplo, da la impresión de que ha abandonado su fijación con los pelos en los sobacos de la mujer de su exnovio, para vocear haciendo apología con la epídica certidumbre joselitiana de que lo más grande del mundo es una madre, aunque lleva más lejos ese ancestral dogma de fe: “Ser madre, eso si que es lo más grande”. Será la moda.

Reconozco que, aunque sólo sea porque la nostalgia lo suaviza todo, seguiré prefiriendo a Fantomas, porque lo mío, con aquellos villanos de pantalla grande en sesión doble y cucurucho de pipas, fue un flechazo para toda la vida.



... Andorra

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1756. Martes, 1 febrero, 2011

Capítulo Milésimo septingentésimo quincuagésimo sexto: “La importancia de la pareja no se deriva de que los adultos produzcan niños, sino de que los niños produzcan adultos (Peter De Vries, 1910 - 1993; escritor estadounidense)

Aunque no parece que sea la única, en Garganta la Olla, pueblo de la provincia de Cáceres con un nombre tan curioso como desafortunado (es fácil adivinar que día sí y día también le colocarán una P delante del apellido) hay una familia que se dedica a boicotear a China. Ni que decir tiene que tras semejante decisión, actos que antes resultaban sencillos –como comprar unas velas, una calculadora solar, un consolador o un gatoquehaceasíconlamano, se ha convertido en dificilísimo si realmente es condición sine qua non que ningún componente esté fabricado en China.

La madre, cabezas de familia (como todas) y promotora de tan temeraria iniciativa, afirma que le molesta que en este país (España), se pierdan puestos de trabajo por culpa de los precios tirados de los productos del otro país (China). Una verdad digan de Perogrullo, y menos inocente de lo que se pretende. No comprar productos que no contengan ninguna pieza fabricada en China es, sin lugar a dudas, un esfuerzo digno de dioses griegos, y una manea de salir de la monotonía si alguien quiere plantearse gastar adrenalina proponiéndose uno de esos retos que, como todos sabemos, son imposibles de superar.



... pan

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