1739. Miércoles, 22 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo noveno: “¡Años de niñez en que el tiempo no existe! Un día, unas horas son entonces cifra de la eternidad” (Luís Cernuda, 1902 - 1963; poeta español)

Me llena de orgullo y satisfacción (que decía el otro) comunicar que !por una vez!, sin que sirva (por desgracia) de precedente, y a pesar de sus incuestionables limitaciones (la espada de Damocles de la vuelta no dará tregua) este año me voy de vacaciones desde ya y durante t-o-d-a-s las fiestas de navidad.

! Hasta el diez de enero! Pero si es que ni yo mismo me lo creo…

!Ah!, para no dejar esto muy desatendido, he pensado que no estaría mal aprovechar las nuevas tecnologías y dejar conectada una webcam que recoja en tiempo real !y en riguroso directo! durante las 24 horas del día el dinamismo que despliega el peluche en cada minuto de sus merecidas vacaciones.

!Cuidado! La actividad al ser emitida, repito, en tiempo real, puede llegar a ser frenética.



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1738. Martes, 21 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo octavo: “Algunos pájaros no pueden ser enjaulados, sus plumas son demasiado hermosas. Y cuando se van volando se alegra esa parte de ti que siempre supo que era un pecado enjaularlos. Aun así el lugar donde tú sigues viviendo resulta más gris y vacío cuando ya no están”. (Morgan Freeman en The Shawshank Redemption, 1994)

"Los kiwis (Apterix, gr. "sin alas") son un género de aves paleognatas compuesto por cinco especies endémicas de Nueva Zelanda. Son aves no voladoras pequeñas y aproximadamente del tamaño de una gallina".

Pero las enciclopedias suelen obviar lo más importantes importante: que este pájaro, feo de narices, es un símbolo para todos: se pasa sobando 20 horas al día. Tanta tranquilidad se gastan que, aunque los machos son los encargados de empollar los huevos (nadie es perfecto y hasta el mejor escribano echa un borrón) ninguno de los progenitores se dedica a cuidar o alimentar a las crías ya que, al ser nidífugas (¡toma palabro!) no necesitan que se preocupen de ellas.

Sí, lo he buscado, a pesar de ser omnívoros, kiwi nunca come kiwi. Aunque sólo sea porque para acercarse a uno tendrían que moverse. Supongo.


¡Ah! y ya sé qué quiero ser de mayor. Fijo.



...plastilina

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1737. Lunes, 20 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo séptimo: “Disfruta hoy, es más tarde de lo que crees”. (Proverbio chino)

Hay ratos en los que, sin saber el porqué, te aíslas mirando un paisaje que estás harto de ver todos los días para descubrir infinidad de matices nuevos, distintos tonos verdes, marrones y amarillos que, aún siendo los mismos, se entremezclan de una manera completamente distinta. Entonces piensas que, dentro de lo que cabe, eres moderadamente feliz; que todo está bien, la familia, los amigos, hasta hasta tienes un puñetero trabajo por el que quejarte. Más o menos, mejor o peor, mirado en conjunto todo resulta estar relativamente bien. Es un instante, sólo un instante que apenas dura lo que tardas en repasar el día que te espera. Es verdad que a veces el mundo se te cae encima, pero esos trocitos de paraíso no te los quita nadie.



... cara o cruz

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1736. Viernes, 17 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo sexto: "En cualquier tipo de asuntos es una práctica sana añadir de vez en cuando signos de interrogación a las cosas que por mucho tiempo has dado por sentadas" (Bertrand Russell, 1872-1970, matemático británico.)

Lo de las encuestas es lo que tiene. Siempre te dejan con una sensación de desazón e intranquilidad. Aparte de en la consulta del médico no creo que haya otro sitio en el mundo donde mintamos más y metamos más bolas por minuto que en aquellas encuestas empeñadas en preguntar por nuestra vida coyundal (de la coyunda, vamos)

Filosofadas baratas aparte, el caso es que, según un estudio encargado por una asociación subvencionada por cierto ministerio (ya desaparecido), a pesar de que más de la mitad de los españoles dedica apenas veinte minutos –con los preliminares incluidos- a dale alegría a su cuerpo en cada una de las 2,34 veces (las estadísticas son así) a la semana que puede/quiere hacerlo, en general nos sentimos muy satisfechos. De hecho, casi el 60% de los encuestados los está. ¡Ah, y un 30% declara sentirse muy satisfecho!

Además, y como colofón, parece ser que hombres y mujeres, (al menos los de la encuesta... y al menos eso dicen), se puntúan como amantes con una nota media de 7,28 sobre 10. Está bien eso de quererse a uno mismo, aunque sea colectivamente.

Pues será el sol, las tapitas, el clima y el optimismo mediterráneo que derrochamos…porque si con 22 minutos de triquitraque todoincluido ya somos así de felices y de bien fo-lla-dos (con perdón) ¡Qué apañados que somos! ¿Verdad?



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1735. Jueves, 16 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo quinto: “Todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda". (Jean de la Fontaine, 1621-1695; escritor y poeta francés)

Aún recuerdo el día en la que a cierta ministra del ramo -de nombre Matilde- mandó, en un momento de inspiración, una orden para que en todos los informes a los –por aquel entonces- disminuidos se les llamara handicapados. La genial idea le duró lo mismo que un billete de 50 euros en una tienda de gucci.

Parece que la cosa ha ido aumentando. Los gordos están rellenitos; los enanos son bajitos; el ciego de toda la vida ahora es un invidente (algo que no parece que le aumente la vista); y el loco un enfermo mental. Los pobres son indigentes (lo que tampoco les asegura una vida mejor); los presos, internos; los carceleros, funcionarios de prisiones; los hospitales, centros de salud; los barrenderos, empleados de limpieza; los vertederos, centros de residuos orgánicos; los asilos son residencias de ancianos (o geriátricos si son privados y caros); los orfanatos, centros de acogida; los mortuorios, tanatorios; la quimioterapia, el tratamiento, y el cáncer, una larga y penosa enfermedad.

Ya no se le puede decir marica a nadie (por más que lo seas), so pena de ser tachado de homófobo, aunque gay sea lo mismo pero en inglés –que siempre suena más fino-; ya no se le puede llamar moro a un moro (hay que decir magrebí), ni gitano a un gitano (hay que decir persona de etnia gitana; y he dicho de “etnia”, no de raza… no al liemos). Por más que, curiosamente los moros y los gitanos se llaman así sí mismos.

La cosa podía continuar hasta el infinito y más allá, y todo bajo la tontería (ups, ¿se puede decir tontería?) de algo que cada vez entiendo menos y que llaman políticamente incorrecto. Una acusación que parece valer para todo pese a que literalmente no signifique nada.



...lentejas

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1734. Miércoles, 15 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo cuarto: “La estupidez no es un defecto... si no una habilidad que se perfecciona con el tiempo” (Proverbio argentino)

Junio, 2004, Walter Gerard Uta (traducido del alemán -más o menos- como “guerrero con lanza valiente de gran alcance afortunado en la batalla”) sufrió un accidente con su moto cuando, conduciendo, una abeja le picó en la bolsa escrotal (fina manera de llamar al pellejo que recubre a los huevos –que se note que tenemos estudios-).

Nuestro “guerrero con lanza valiente de gran alcance afortunado en la batalla”, (más conocido por Walter), muy devoto de sus ideas naturistas y practicante convencido, conducía desnudo, salvo por un fular, unas gafas de sol y unas sandalias.

La autoridades venga a lanzar mensajes sobre lo importante que es la protección cuando se conduce y bla, bla, bla. Bien, pero ¿alguien nos avisa del peligro que corremos por no taparnos zonas mucho más sensibles que aquellas que tanto se empeñan en promocionar? ¿Por qué tienen tanta influencia los fabricantes de cascos y tan poca los fabricantes de hueveras? ¿Cuándo destapará wikiliks las verdaderas tramas ocultas de estas empresas sin escrúpulos?

Y lo más sangrante del caso es que el pobre Walter, nuestro “guerrero con lanza valiente de gran alcance afortunado en la batalla”, se llevó una buena multa por conducir... !sin casco! Mafias.

En vez de centrarse en lo importante se centran en las tonterías. Así nos va.



1733. Martes, 14 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo tercero: "Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos... Los días son frutos y nuestro papel es comerlos". (Jean Giono, 1895 - 1970; escritor francés)

Es muy feo no ser agradecido a los regalos que le hacen a uno; aunque no sea acertado, hay que agradecer la intención. Es lo que me dicen siempre porque parece ser que soy muy malo para recibir regalos, a tal extremo que mi nombre suele ir unido a la frase "¡si es que no hay forma de regalarle nada!". Y yo lo siento, porque es una postura antipática.

Sirva en mi descargo que se llega a una edad en que tienes todo lo que necesitas –y además necesitas menos que a otras edades- y por eso mismo es más diificl acertar con los regalos. A pesar de todo aclaro que la intención la agradezco siempre, pero no tanto acabar rodeado de objetos inútiles.

Por cierto, existen los cheques regalos. (Peluche silva y mira al techo)



... camas elásticas

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1732. Lunes, 13 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo segundo: “Encanto es lo que tienen algunos hasta que empiezan a creérselo” (Simone de Beauvoir, 1908 - 1986; novelista francesa)

Aunque ya tengo una edad no me falta imaginación, pero me resulta un tanto iluso intentar describir paraísos imaginarios. Sobre todo porque el mío lo tengo cerca, muy cerca. El paraíso sigue estando en su piel del color de la leche que mantiene vivo mi deseo después de tantos años. El paraíso es poder sumergirme en la claridad de sus ojos y nadar en su inmensa profundidad. El paraíso se muestra en la calidez de sus manos y en la apacible acogida de sus abrazos. El paraíso está en la suavidad de sus labios y en la natural espontaneidad de sus besos. El paraiso es...

Venga, bah, no sigo, pero es que hoy me apetecía ponerme cursi, muy cursi. Es mi regalo de cumpleaños, precisamente el día de su cumpleaños. Porque, aunque estos días he podido comprobar qué razón tenía Mario Benedetti cada vez que afirmaba que cuando creemos que tenemos todas las respuestas, viene la puta vida y nos cambia todas las preguntas, uno sigue siendo así de gilipollas. O peor, mucho peor, un gilipollas enamorado hasta las trancas. Y sin remedio.

!Ah! Lo importante: cuidado con las subidas de azúcar. Algo tan remilgado y empalagoso como este post, la tiene que disparar seguro. Por muy baja que uno la tenga.



...estraperlo

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1731. Viernes, 10 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo primero: “Lo más difícil de digerir en un banquete es la pata de la mesa que nos ha tocado en suerte” (proverbio italiano)

Más tema de ayer aplicado, por cumplir la tradición, al viernes. Y es que, aunque a muchos les sonará a ciencia ficción, cada vez estoy más seguro que cuanto más, mejor. Edad, digo. Por más que intenten vendernos la moto de que con el paso de los años el pene se convierte en una especie de árbol de navidad porque el apetito y la capacidad de disfrute va disminuyendo, nanay. Ni desaparece el deseo ni la capacidad de satisfacerlo Cumplir años no significa retirarse de los escenarios, ni tan siquiera reducir el número de funciones. Puede ser un mecanismo de autodefensa, pero la verdad es que esto cada vez se pone más interesante. Lo dice la ciencia, que es verdad, tal y como está la ciencia tampoco es ninguna garantía, pero también lo dicen los propios interesados.

En un pueblo de Gales unos investigadores de la revista Medical Journal llevaron a cabo un experimento empírico de lo que tanto me gustan (nunca he sabido muy bien que significa empírico, pero ¡anda y que no queda serio decirlo!). Hicieron un chequeo completo a 918 hombres de entre 45 y 59 años. Además se les preguntó sobre la frecuencia con la que tenían relaciones. Los datos oscilaron entre los que hacían el amor cada día y los que no lo hacían nunca. Pues bien, durante diez años se hizo un seguimiento de la salud y el índice de mortalidad de dichos sujetos y el resultado fue el lógico. Cuanta más alta era la frecuencia orgásmica mayor era la probabilidad de seguir vivos y, sobre todo, de hacerlo de una forma más sana.

Dicho finamente: hacerlo a menudo alarga la vida y, sobre todo, te la hace más feliz. Sonará a perogrullada, pero es más cierto que la crisis que nos alumbra. ¡A aplicarse el cuento!



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1730. Jueves, 9 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo trigésimo: "Las mentes son como los paracaídas. Sólo funcionan si están abiertos." (Lord Thomas Robert Dewar. 1864-1930, escritor británico)

Algunos (sólo algunos) pequeños detalles en los que empezamos a notar que el tiempo pasa.

- Preferir los hoteles -cuatro estrellas mínimo- al camping.
- Dejar de ser tan "apasionado" con las opiniones para empezar a ser más políticamente correcto.
- Tener medio sex-shop en casa.
- Disfrazarse en los carnavales sin necesidad de ponerse la máscara, (ya empieza a ir incluida una natural).
- Aburrirte cuando te quedas solo en casa.
- Empezar a ver las orgías como algo ridículo.
- Tener gatillazos.
- Engancharse al clamoxil.
- Intentar vivir una historia de amor con alguien más joven (¿por qué lo llaman "amor" cuando quieren decir sexo?).
- Intentar enamorase de alguien más mayor por su "interior" sin antes comprobar sus posibilidades "exteriores".
- Ver a los antiguos compañeros de estudios casados, con hijos, calvos, con barriga y con bigote y pensar lo mal que trata el tiempo a los demás pero lo bien que se conserva uno mismo.
- Decirle a todo el que quiera oírte lo bien conservado que estás.
- Desear que a Brad Pitt le salga un grano.
- Comprobar que las gominolas sobadas tienen más sustancia y mucho más sabor (están mucho más ricas).
- Ir a Ikea y no comprar nada.
- Ir a Ikea y comprar un vajilla japonesa de treinta piezas.
- Ir a Ikea.
- Engordar.
- Leer los editoriales de los periódicos.
- Recoger los calcetines limpios enrollándolos de dos en dos.
- Saber que ni Alaska ni José Manuel Parada formaron parte del Dúo Dinámico.
- Saber quien es Alaska.
- Saber quien es el Dúo Dinámico.
- Presumir de lo bien que uno cocina.
- Saberse el nombre de la Ministra de Cultura.
- La afición por los productos naturales (a poder ser con bífidus), la leche con calcio y los teses adelgazantes.
- Tener un tubo de hemoal en el botiquín.
- Creerte que Madonna canta.
- Empezar a abstenerse en cualquier votación, elección y/o referéndum.
- Ponerle esencia deloquesea al agua de la bañera.
- Coleccionar cosas viejas e inútiles (la empatía suele funcionar).
- Empezar a creer que las cremas antiarrugas funcionan después de haber estado toda la vida pensando que los milagros no existen.
- Usar varias cremas antiarrugas por si acaso existen los milagros y alguna funciona.
- No meterse en la oreja nada que no se compre en la farmacia.
- Fingir que has leído a todos los clásicos y que te estás aficionando a la música idem.
- Conocer el nombre del médico de la Seguridad Social que te corresponde.
- Tratar de tú a tú al farmacéutico de barrio.
- Empezar a desterrar aquellos tontos principios contra Gucci, Chanel, Dior, Valentino o Louis Vuitton.
- El sueño que te entra después de comer.
- El sueño que te entra a las diez de la noche.
- El sueño que te entra siempre y en todas las partes.. menos cuando quieres que te entre sueño.
- Preferir El Corte Inglés al Rastro.
- Saber poner la lavadora.
- Pensar en hacer testamento.
- Subir siempre en ascensor.
- No darle importancia a que el coyote sea incapaz de alcanzar al correcaminos.
- Pensar en volver al gotelé.
- Cambiar de colonia.
- Apuntarte a un gimnasio.
- El aumento de las cartas del banco cada vez que abres el buzón (y que resulta ser directamente proporcional a los meses que vas cumpliendo).
- Empezar a usar la escobilla del retrete.
- Comprobar que la talla 38 de los pantalones la hacen cada vez más pequeña.
- Los dolores de espalda.
- Los dolores de cuello.
- Los dolores de piernas.

... los dolores del alma.



... dinero de papel

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1729. Martes, 7 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo vigésimo noveno: “No importa la frecuencia con que se demuestre que una mentira es falsa. Siempre habrá algunas personas que crean que es verdad” (Ley de Murphy)

Francois Mirones, fiel mayordomo y hombre de confianza de Cocó Chanel, le mostró a la modista dos collares de rubíes exactos. Uno iba envuelto muy elegantemente, pero el otro derrochaba lujo en cada uno de los pliegues de la seda que le rodeaba. Uno era auténtico y otro falso. Cocó, la gran experta, se equivocó. Aquel juego, aunque sea una simple anécdota, es una buena prueba de que lo que importa en las cosas, al menos en ciertas cosas, es más la apariencia que el valor. Dos collares de rubíes pueden ser igualmente fastuosos, aunque uno de ellos sea falso. Una persona diplomática, derrochando buenos modales, desplegando educación, con imagen suficiente, pueden ser mejor sólo por parecer mejor… aunque sea falsa. Querer parecer puede llegar a querer ser, a ser lo que se parece. De donde se deduce, por desgracia, lo fundamental de las apariencias.

Se está poniendo muy difícil distinguir lo verdadero de lo falso. También en las personas.

Y sí, hoy, rompiendo la costumbre y aprovechando un día tan tonto, estas líneas están dedicadas a alguien concreto, a alguien con nombre (compuesto) y apellido (literario) cuya amable apariencia que lucía contínuamente por delante resultó que nada tenía que ver con un interior rastrero, falso y desagradecido. Así le va por la vida.

Y sin acritud ¡por supuesto!, que de todo aprende uno.



... historias extra-ordinarias

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1728. Viernes, 3 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo vigésimo octavo: “Por muchos idiomas que se dominen, cuando uno se corta al afeitarse siempre utiliza la lengua materna". (Eddie Constantine, 1917-1993, cineasta estadounidense)

Los falashas, judios de origen etiope, una tribu que se autodenomina “feliz” -lo dicen ellos, no yo- , colocan a sus mujeres menstruantes en las llamadas casas de sangre, espacios en las que son recluidas durante siete días, los justos para que esa impureza demoníaca desaparezca. Y lo hacen ellos, no yo . Así, además, evitan que los humores que desprenden los exciten y tengan relaciones que dejen en sus penes el veneno. Y lo dicen ellos, no yo.

Durante esos días los maridos pueden cohabitar (bíblicamente) con cualquier mujer –que esté, por supuesto- dispuesta a ello sin que se considere que está cometiendo infidelidad de ningún tipo. Y lo hacen ellos, no yo.

La globalización cultural es mucho más necesaria que la económica para el bienestar de la personahumana. A las pruebas me remito. Hay tradiciones que deberían de ser importadas ya. Y lo digo yo, que ellos no sé que pensarán. Aunque no parece que les vaya mal, no.

Pues no, no tengo (grrrrr) puente. Los desgraciados, por variar, somos así. Hasta el martes pues.



...historias extra-ordinarias

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1727. Jueves, 2 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo decimotercero: “Cuanto más engorda uno, más prudente se vuelve. Prudencia y barriga son dos cosas que crecen simultaneamente" (Charles Dickens,1812-1870; novelista inglés)

No se trataría de prohibir, nada más lejos la intención. Sí, leer a Paulo Cohelho, Javier Marías y Antonio Gala sería legal, como hasta ahora. Pero el intento de hablar de alguno de sus libros por parte de un hombre (presuntamente normal) delante de otro debería acarear un linchamiento inmediato del primero sin que hubiera consecuencia penal alguna para el linchador.

Cada uno es muy libre de torturase como mejor desee, pero hacérselo a los demás es cruel e innecesario. Hay cosas que deben atajarse de raiz.



... recompensa

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1726. Miércoles, 1 diciembre, 2010

Capítulo Milésimo septingentésimo vigésimo sexto: “No hay nada nuevo bajo el sol, pero cuantas cosas viejas hay que no conocemos". (Ambrose Bierce, 1842-1914, escritor estadounidense)

Leo una noticia en la que dan cuenta del descubrimiento de una fórmula matemática que, bien aplicada, previene los fracasos sentimentales y lógicamente de convivencia en pareja. No creo yo que nadie medianamente lógico crea precisamente en la lógica cuando se trata de temas del espíritu y los sentimientos. Los que ya tenemos una edad sabemos que, si bien la vida no es un valledelágrimas como se empeñaban en decirnos en cuanto tenían ocasión, tampoco es una juergamora continua, y que la única fórmula para que la cosa parejil funcione consiste en llevar a la práctica el significado de palabras como ilusión, confianza, sexo, franqueza, fidelidad, perdón, paciencia, intimidad, amistad, comprensión, sueños, cariño, camaradería, sinceridad, constancia… todas ellas reducidas a una: respeto.

Es verdad que no soy el más indicado para decir que la cosa, en conjunto, no compensa... pero !qué dificil es el asunto coño!



...rivalidad

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