1648. Viernes, 2 julio, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo cuadragésimo octavo: "Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección". (Francis Picabia, 1879-1953, pintor francés)

Mientras nos han llenado la cabeza de cosas sin ningún sentido ni utilidad nadie se ha dignado a explicarnos, durante esos largos, muy largos, años de sufrimiento estudiantil que hemos pasado, las cosas verdaderamente útiles de la vida.

Por ejemplo, cuando a (casi) cualquiera de nosotros nos hablan de una tal esvástica, automáticamente pensamos es esa cruz gamada que un señor pequeñito y con bigote se empeñó en pasear a la fuerza por Europa. Bueno pues seguro que sí, que sería era "eso", no digo yo que no, pero también es, y mucho antes de que el pequeñín con bigote la convirtiera en su cruz, una de las posturas más clásicas que practicaban los hindúes a la hora de coitear, y que se corresponde con el símbolo de un antiguo dios solar de La India.

Mucho antes de ser emblema de la Alemania guerrera, la esvástica ya era la posición en la que la mujer, al colocarse a horcajadas sobre el hombre, es capaz de controlar perfectamente todos los movimientos durante el coito.

Vamos, que tiene delito que entre conocer cual era el símbolo de unos locos intentando invadir el mundo y la mejor forma de colocarse para sacarle rendimiento a tus ratos de entretenimiento, todos se empeñen en explicarte los detalles de las banderitas del loco bajito ignorando completamente esas otras cosas que de verdad te va a resultar importantes para la vida. Así nos va.



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