1617. Martes, 18 mayo, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo decimoséptimo: “El secreto de aburrir a la gente es decirlo todo” (Voltaire, 1694-1778; filósofo francés)

Nada de velas (ya anticuadas y que huelen fatal), ante una cita en casa que prometa –y visto que la competencia es feroz- hay que buscar algo original a la par que apañado, algo que impresione. Hoy, en el siempre inquieto peluche práctico: “cómo ponerle un fondo romántico a una cita en casa sin gastarse un euro”.

Ingredientes: un microondas, una cerilla y un trocito de miga de pan.

Instrucciones: colocar la miga de pan en el centro del horno y pinchar en ella la cerilla de forma que quede en posición vertical. Encender el microondas a su máxima potencia. A los pocos segundos, la llama del fósforo se descompondrá en globitos luminosos.

Naturalmente el asunto tiene una explicación científica, que, aunque como con casi cualquier explicación científica, me deja como estaba. No obstante yo, por si acaso, la cuento:
"... los fantasmagóricos globos de luz que se observan no son otra cosa que plasma, el cuarto estado de agregación de la materia. Este está compuesto por átomos ionizados que han perdido sus electrones. El microondas del horno hace que esta ioniación no se pierda, esto es, que si un átomo ionizado captura un electrón, la radiación electromagnetica lo vuelve a liberar. En este caso, la función del horno es mantener la fuente de plasma que mana de la cerilla".
Tecnicismos aparte, lo importante es el resultado. Estar con alguien, apagar la luz, poner el microondas y que de fondo aparezcan burbujas luminosas impresiona al más pintado. A partir de ahí la cosa ya sólo puede hacer que mejorar.


...tecas

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