1604. Jueves, 29 abril, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo décimo: “Es el sentido del tacto, ¿sabes? En la mayoría de las ciudades, al caminar notas cómo la gente te roza. Pero en Los Ángeles nadie te toca. Creo que por eso chocamos nuestros coches, para poder sentir ese contacto” (Crash, 1997, David Cronenberg)

Uno de los museos de San Petersburgo exhibe, como una de sus “obras” más preciadas, el (supuesto) pene de Rasputín. Fue en 1968 cuando un anticuario del barrio parisino de Saint-Denis se lo compró a una venerable anciana, que, según ella misma, había sido una de las últimas amantes del monje diabólico y que, tras su asesinato en 1916, se lo habría cortado y guardado convenientemente. El anticuario se lo vendió al museo en 1977 por 8.000 euros, y desde entonces se exhibe al público conservado en una solución de alcohol.

En toda la historia falta el dato más importante, dato que justificaría no sólo el éxito de su exhibición sino, y sobre todo, que la buena mujer quisiera conservar al precio que fuera tan íntima parte de su amante: sus medidas: 35 cm (en reposo… claro que aunque no creciera más).

Puro romanticismo más allá de la muerte el de la buena mujer.



... mucha mierda

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

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