1605. Viernes, 30 abril, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo quinto: "La luna y el amor cuando no crecen, disminuyen”. (Proverbio portugués)

Son ya varios los estudios (la gente se pone a estudiar de todo) que relacionan el tamaño de dos conguitos que cuelgan de la entrepierna masculina con la fidelidad de sus dueños. En la Universidad de Chicago, por ejemplo, un tal Bruce Lahn se ha entretenido en estudiar la evolución del esperma –fabricado, al menos en gran parte, precisamente en esas canicas masculinas- en 12 especies de primates, incluido el hombre. En las especies más promiscuas como la de los chimpancés, en los que la reproducción no acaba con el coiteo sino que el esperma una vez en su interior tendrá que competir con el de otros machos para fecundar el óvulo (las chimpacesas son como son…) sus huevos se han desarrollado hasta alcanzar un tamaño mucho más grande que el que les correspondería por su envergadura (se supone que para aumentar sus posibilidades de paternidad); mientras que en los gorilas –donde la hembra se aparea únicamente con el macho dominante, la cosa está bastante (pero bastante más) menguada.

Teniendo en cuanta que en las personas humanas (hombres) el tamaño medio es, precisamente, medio, es fácil sacar conclusiones sobre el comportamiento de las personas humanas (mujeres), a medio camino entre unas gorilas monógamas y unas casquivanas (1. adj. alegre de cascos. 2. f. Mujer que no tiene formalidad en su trato con el sexo masculino) chimpacesas. Nada nuevo salvo la conclusión de que sí, las responsables del tamaño, al menos a largo plazo, son ellas.



... más "historias extra-ordinarias"

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1604. Jueves, 29 abril, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo décimo: “Es el sentido del tacto, ¿sabes? En la mayoría de las ciudades, al caminar notas cómo la gente te roza. Pero en Los Ángeles nadie te toca. Creo que por eso chocamos nuestros coches, para poder sentir ese contacto” (Crash, 1997, David Cronenberg)

Uno de los museos de San Petersburgo exhibe, como una de sus “obras” más preciadas, el (supuesto) pene de Rasputín. Fue en 1968 cuando un anticuario del barrio parisino de Saint-Denis se lo compró a una venerable anciana, que, según ella misma, había sido una de las últimas amantes del monje diabólico y que, tras su asesinato en 1916, se lo habría cortado y guardado convenientemente. El anticuario se lo vendió al museo en 1977 por 8.000 euros, y desde entonces se exhibe al público conservado en una solución de alcohol.

En toda la historia falta el dato más importante, dato que justificaría no sólo el éxito de su exhibición sino, y sobre todo, que la buena mujer quisiera conservar al precio que fuera tan íntima parte de su amante: sus medidas: 35 cm (en reposo… claro que aunque no creciera más).

Puro romanticismo más allá de la muerte el de la buena mujer.



... mucha mierda

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1603. Miércoles, 28 abril, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo tercero: “Algunas personas sólo guiñan los ojos para poder apuntar mejor” (Billy Wilder, 1906- 2002; director de cine estadounidense)

Tienen un gran valor nutritivo, son una fuente de proteínas de alto componente biológico, en ellos abundan los lípidos, y contienen una cantidad considerable de vitaminas y minerales; además resultan digestivos, versátiles, baratos y, sobre todo, fáciles, muy fáciles, de conseguir. Por eso va, otra vez, de huevos. Y como seguimos mirando de reojo la crisis y buscando el ahorro a toda costa, hoy, en peluche práctico, “cómo hacer huevos revueltos en casa sin gastar un euro".

Ingredientes: huevos (los vecinos pueden –y deben- estar para algo más que molestarte intentando subir contigo en el ascensor), agua, y alcohol de 95 (¡del vecino, del vecino!)

Instrucciones de uso: se cascan en un recipiente, se cubren con el alcohol y se revuelven hasta que quede una pasta parecida a la de los huevos revueltos tradicionales. Se deja reposar algunos minutos y se coloca la mezcla resultante en un colador. Se vierte sobre ella un buen chorro de agua caliente para eliminar el alcohol… y ya están listos para comer.

Y no es ningún truco de magia. Cualquier proceso de freír o cocinar un huevo consiste en aplicar calor para desnaturalizar sus proteínas (especialmente de la albúmina) y conseguir que los filamentos de aminoácidos que las componen se desenrollen entre sí. Al aplicar alcohol ocurre exactamente lo mismo.

De todas formas, en lo que si deberíamos de tener un poco de cuidado es en que el vecino fuera de confianza. Al fin y al cabo, nos vamos a llevar sus huevos a la boca y puede que no los tenga precisamente frescos. Aunque, como a buen hambre no hay pan duro, siempre nos quedaría ponerles sal para disimular; y en último extremo ketchup…¿quien no tiene alguna(s) bolsita(s) de cuando estuvo en el burguer? Seguro que hasta el vecino tiene.



... un peligroso campo de golf

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1602. Martes, 27 abril, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo segundo: “Recuerde que no basta con decir una cosa correcta en el lugar correcto, es mejor todavía pensar en no decir algo incorrecto en un momento tentador." (Benjamin Franklin, 1706 - 1790; científico estadounidense)

Los hombres, las personas humanas, somos los únicos personajes del universo que lloramos de emoción y, al contrario de lo que siempre nos había hecho pensar, nuestras lágrimas están más asociadas con la cultura y con la educación recibida que con lo que estamos sintiendo. Lloramos desde que nacemos hasta que morimos. Desde la cuna hasta el hoyo. A veces con ternura, a veces con rabia, a veces con ganas y a veces sin tregua. Lloramos porque nos niegan el amor, porque fracasamos o sin más voluntad que el puro abandono. En definitiva, lloramos porque somos humanos y forma parte de nuestra condición social, física, psicológica y cultural. Y aunque Charles Darwin dijo haber comprobado lágrimas de tristeza en algunos elefantes, al final somos el único animal de la Tierra capaz de llorar por emociones; lo demás es mito o truco. En la antigua Persia, la muerte de un gran hombre se confirmaba haciendo que su caballo llorase durante los funerales, pero era una simple engañifa que se conseguía introduciendo mostaza en su nariz. Y es verdad que los cocodrilos también lloran, pero lo hacen por razones mucho más prácticas -para expulsar de su cuerpo el exceso de agua salada-, no por emoción.

Copiando una idea original del Japón, en Londres abre, todos los fines de semana, un club en el que acuden decenas de personas dispuestas a vivir -según dicen sus anuncios- una noche "de tristeza, miseria, melancolía, duelo, ausencia y pérdida". Una cantante de fado intenta embriagar al público con sus canciones y, a las 12 de la noche, sacan las cebollas para que todo el mundo pueda tener una pequeña ayuda que desencadene la catarsis.

Y es que al final, no llora quien tiene más motivos, sino quien se lo puede permitir. En Ghana casi no se llora, las anoréxicas tampoco lo hacen y, pese a que las lágrimas se asocian a la tristeza, el llanto no es un indicador de la depresión, ya que la sequedad emocional de una persona deprimida le quita la fuerza hasta para llorar. Así, el hecho de que en Japón haya surgido la moda de crear bares para llorones y de que en Londres hayan creado su propia versión no puede menos que resultar una frivolidad propia de sociedades anhelantes de sentimientos extremos.

... katiuskas

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1601. Lunes, 26 abril, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo primero: "Los hombres son como los vinos: la edad agría los malos y mejora los buenos". (Marco Tulio Cicerón, 106 a. C.- 43 a. C.; filósofo romano)

En el año 860, con el papa Nicolás I, se institucionalizó el hábito de poner anillos en las ceremonias nupciales. Se le ocurrió, además, que debía de hacerse en el dedo anular, una tradición que había nacido en el siglo II a.C. en Grecia, donde pensaban que era en ese dedo donde finalizaba la vena del amor que salía del corazón.

Pero el papa Nicolás I, como defensor del carácter indisoluble del matrimonio, sabía lo que hacía atando de esa manera a los pobres incautos que querían casarse. Cuenta la leyenda que el inventor del anillo fue Zeus. Al padre de todos los dioses no se le ocurrió otra cosa que castigar a Prometeo –por haber entregado el fuego sagrado a los hombres- a permanecer encadenado a una roca durante siglos y siglos. Al final, como buen dios que era, liberó al pobre Prometeo... pero le obligó a llevar para siempre en el dedo un eslabón de la cadena que llevaba unido un trozo de roca.

Lo haces una vez y te marcan para siempre. Aún así, va la gente y se sigue casando. !Y algunos hasta repiten! No hemos aprendido nada y mira que el refranero es sabio: "quien se casó una vez, por necio perdonado es; pero si dos, por bestia no lo perdona ni Dios".



... los más caros

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1600. Viernes, 23 abril, 2010

Capítulo Milésimo sexcentésimo: "Si me hubieran hecho objeto sería objetivo, pero me han hecho sujeto” (José Bergamín, 1895 - 1983; escritor español)

En el año 2004, el doctor Peter Buchanan, del Hospital (léase "jospital") Royal Alfred (como suena) en Sydney (Australia), publicó el caso de una paciente que salía de casa y se acostaba con extraños. Nada anormal... salvo por un pequeño detalle: lo hacía mientras estaba dormida.

El buen hombre (en un arrebato de originalidad), etiquetó el problema como “sexo dormido”, e incluyo tal padecimiento en el muy amplio catálogo de las enfermedades raras ya que, aunque presentaba características similares al sonambulismo, el detalle de retozar con impropios la diferenciaba de lo hasta entonces conocido. La causa parecía estar un desajuste en la fase REM del sueño. Durante ese periodo, el cuerpo permanece inmóvil, pero hay personas que no pierden la tonificación muscular y pueden llevar a la practica aquello con lo que están soñando, incluidos “esos” tipos de sueños. Algunos nos íbamos a pasar la noche en la calle.



... más "historias extra-ordinarias"

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1599. Jueves, 22 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo noveno: “Los españoles creeremos siempre, y a pie juntillas, todo lo que pueda desalentarnos”. (Julián Marías, 1914 - 2005, filósofo español)

Variaciones sobre un mismo tema: el cojón y sus compañías. Si se adosan a sufijos y prefijos éstos modificarán completamente su significado: acojonarse nada tiene que ver con descojonarse, y cojonudo menos con cojonazos. El tiempo del verbo que los acompañe -aunque sea el mismo- también los cambia. Y mucho. No sólo porque el imperativo suela expresar sorpresa: ¡tócate los…!, sino porque no es lo mismo que alguien se los toque (incluso algunos se los rascan), a que alguien te los toque (mucho más molesto sin duda). También será el verbo quien determine su sentido en las frases hechas: tenerlos es señal de valentía, ponerlos expresará un reto, especialmente si se ponen encima de ciertos sitios, y cortarlos suele sonar a amenazas si se refiere a los ajenos, o fanfarronda (más bien gilipollez) si se refiere a los propios. En cambio, si su compañía es un número, la cosa cambiará en función de la cifra: "uno" significa caro o costoso, "dos" suele significar valentía, y "tres" desprecio. Si el número de ellos es muy grande -y especialmente es un número par- implica dificultad.

Quien hambre tiene con pan sueña. Y sí, justo hasta ahí estoy de tener que trabajar.



... frutas resbaladizas

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1598. Miércoles, 21 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo octavo: "Ponderemos los riesgos de quien toma el partido de creer en la existencia de Dios. Si gana, lo gana todo. Si pierde, no pierde nada". (Blaise Pascal, 1623-1662; matemático francés)

Nelson Rockefeller, político y (casualmente) multimillonario -peluche silva y mira al techo-, murió un 26 de enero de 1979 a causa de un infarto. Oficialmente constó que había muerto trabajando en su despacho (al menos trabajando sí estaba) pero lo cierto es que murió cuando andaba retozando con Megan Marshak, su secretaria. Él tenía 71 años y mucho sobrepeso. Ella, 45.

Según la autopsia, la muerte del señor Rockefeller, político y, (casualmente) multimillonario, se podía haber evitado si alguien hubiera llamado rapidamente a los servicios de urgencia. Pero, y según contó más tarde una muy afligida Megan, antes de poder avisar a los servicios sanitarios había tenido que luchar con uñas y dientes durante un buen rato para quitarse el muerto de encima (y nunca mejor dicho).

La obesidad mata. Y si prácticas la postura del misionero con ella, más.



... hacer la pascua

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1597. Martes, 20 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo séptimo: “No pierdas nunca la calma es tu sustento”. (Proverbio armenio)

La idea de la selección natural es simple: nacen muchos individuos pero sólo sobrevivirán aquellos que mejor sepan adaptarse al entorno. Podrá sonar egoista, pero una gacela no necesita correr más rápido que un león... le bastará con correr más rápido que otra gacela.

Y de pronto me ha venido a la cabeza lo mucho que se parece una sabana africana, tan llenita de gacelas dispuestas a correr más que sus compañeras con tal de salvar el pellejo de un león acechante, a cualquier entorno laboral, tan llenito de gacelos dispuestos a correr más que sus compañeros con tal de salvar el pellejo del depredador jefe de turno.

Vamos, que no se trata de correr más que el jefe para que alguien se escaquee del trabajo... bastará con correr más que el de al lado. Pura selección natural.



...escaleras mecánicas

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1596. Lunes, 19 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo sexto: “Todo el mundo debería vivir hasta los 92 años, tener entonces un superorgasmo y morirse de golpe" .(Jonathan Carroll, 1949, escritor estadounidense)

Un psicólogo de la Universidad de Iowa, Kim Johnson, dice haber comprobado que las ratas que tienen déficit de sodio se asustan de actividades que les proporcionan placer (como, por ejemplo, trastear con otra rata).

Poniendo en cuarentena –más bien en milentena- la noticia (el investigador es ¡psicólogo!), su afirmación podría explicar por qué la mayoría de la gente tenga tendencia a consumir demasiada sal. La razón es inconsciente: al tomarla se activan las zonas cerebrales que nos proporcionan placer, e indirectamente nos produce una sensación de buen estado de ánimo. Vamos, que la sal actúa como antidepresivo natural.

No, si por algo al sueldo lo llaman salario… ése sí que es un euforizante natural que te deja como nuevo cada vez que lo recibes. Por lo tanto, pasemos de medicamentos y de historias raras: más salario y menos prozac, que además es malo-muy malo- para las cuestiones coitales (el prozac digo).

Y con ciertas cosas no conviene jugar. Nunca.

... huesos

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1595. Viernes, 16 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo quinto: “El mérito para lo esnobs es hacer siempre descubrimientos. Así han llegado al dadaísmo, al cubismo y a otras estupideces semejantes” (Pío Baroja, 1872-1956; escritor español)

Regalar oro –demasiado hortera- está pasado de moda. La plata, en cambio, es tendencia (¡qué tenía yo ganas de decir en una frase eso de “tendencia”!) El problema es, y más en estas épocas de crisis, su precio. Por eso hoy, en el muy inconmensurable (y siempre profundo) peluche práctico: “hagamos feliz a nuestra pareja –o a quien nos de la gana- regalándole un huevo de plata sin tenernos que gastar un solo euro”.

Ingredientes: una vela –de los chinos vale-, una jarra de agua –nada de mineral, la del grifo sirve perfectamente-, y un huevo, que se puede (debe) pedir al vecino para que la cosa nos salga lo más apañada posible.

Una vez encendida la vela -que también se puede (debe) pedir al mismo vecino aprovechando que vas a lo del huevo, lo sostenemos (el huevo digo) con los dedos pulgar e índice y lo acercamos despacio a la llama. Movemos (el huevo, que la cosa va de huevos) lentamente asegurándonos de que se va ennegreciendo (el huevo) de una manera uniforme. Una vez completamente negro (el huevo) lo dejaremos enfriar unos 15 minutos y, pasado ese tiempo, lo meteremos (el huevo) en la jarra de agua. En poco tiempo tomará una tonalidad brillante de apariencia metálica que se asemeja bastante a la plata.

La explicación (aunque tampoco tiene que llevar manual de fabricación incluido que para eso es un regalo) es fácil. La llama hace que el huevo se cubra de una finísima capa de hollín mezclada con algo de parafina de la vela. Luego, al sumergirlo en el agua, se crea una delgada película de aire a su alrededor que impide que el agua toque el huevo. La reflexión de la luz hace que el huevo se vea plateado.

Teniendo en cuenta que este experimento funciona con cualquier tipo de huevo (y mira que hay tipos de huevos….que si de gallina grandes, que si de gallina extragrandes –muy buenos para freír-, que si medianos, de avestruz, de codorniz…) las posibilidades de quedar como un señor sin gastarnos un duro son ilimitadas.

Este fin de semana manos a los huevos.



... más "historias extra-ordinarias"

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1594. Jueves, 15 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo cuarto: "El sentido del humor es una de las mejores prendas que se pueden vestir en sociedad" (William Makepeace Thackeray, 1811-1863; novelista inglés)

Que dejemos más o menos propina se supone que está en función del servicio que hemos recibido. Sin embargo, un profesor francés (que -aunque no lo asociemos a ello- resulta que también es un idioma, el francés digo), Nicolas Guégen, ha descubierto que más bien depende del estado de ánimo. Guégen pidió al personal de ciertos bares que entregaran la cuenta en una tarjeta. La mitad contenía publicidad de los locales, y la otra mitad, un chiste. Los clientes del segundo grupo, es decir, los que recibieron algo que les hizo reír, fueron bastante más generosos. En el mismo estudio comprobó además, que también se dejan más propinas los días que brilla el sol, cuando nos sonríen, o cuando quienes nos atienden nos llaman por nuestro nombre de pila.

Aunque no luzca mucho el sol hoy (¿pero cuándo va a dejar de llover de una puñetera vez este año?, es primavera, puedo hacer que parezca que me sé el nombre de cada uno… y pienso sonreír como si me fuera la vida en ello. En dos mañanas me hago de oro. Voy a poner un bote bien visible, que de esta me jubilo millonario.



... secarse

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1593. Miércoles, 14 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo tercero: "Siempre es más fácil juzgar el talento de un hombre por sus preguntas que por sus respuestas." (Charles-Pierre-Gaston François de Lévis, 1699-1757; escritor francés)

Cada vez que te pones ante una pantalla en blanco para plasmar tus pensamientos, tu ideología, tu análisis de la realidad o, simplemente, para evocar de algún modo a tus ancestros, lo que realizas, independientemente de tu profesión u ocupación, es un artículo de opinión, con el que se estará de acuerdo o en desacuerdo, que agradará a unos y molestará a otros, que una veces será brillante y otras un pestiño mal realizado; pero en ningún caso va más allá de una opinión personal. Por eso, desde la libertad que me da el poder escribir sin tener que agradar a todos, me pregunto ¿por qué a los botes de ketchup siempre les sale un pegote arriba que después de mucho apretar intentando que salga algo siempre te acaba cayendo -precisamente a ti- en la comida?

Y sé que habrá a muchos a los que les moleste la pregunta, pero ya no me puedo callar más, necesito respuestas.



... inodoros

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1592. Martes, 13 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo segundo: "No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa" (Francisco de Quevedo, 1580-1645; escritor español)

Sólo el tema dedicado a la “Higiene de manos en los hospitales” editado por la OMS, tiene 30 páginas, lo que demuestra la importancia que tiene en la salud el que es nuestro principal punto de contacto con el mundo exterior (al menos para los nomancos) y hábitat ideal para un montón de gérmenes..

... que no se verán pero que estar, están.

En el “Estudio sobre manos sucias” (dirigido por Val Curtis en Reino Unido) se analizaron las manos de un número significativo de viajeros en distintas estaciones de tren inglesas: uno de cada 4 presentaba restos fecales en ellas.

Bien es verdad que mierda que no mata, engorda… nunca mejor dicho.

... por musulmán... abstinencia total

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1591. Lunes, 12 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo primero: “A ninguna mente bien organizada le falta sentido del humor” (Samuel T. Coleridge, 1772-1834; filósofo inglés)

Siempre que viaja en tren el decimocuarto barón de Berners conseguía un departamento para él solito mediante un sencillo método: se encasquetaba un bonete negro y unas gafas oscuras. Si alguien osaba sentarse junto a él, sacaba el termómetro y se tomaba la temperatura cada cinco minutos con ruidosos suspiros.

Ya que le cartel que escribí con un bolígrafo de esos de punta fina poniendo “zona restringida” a la puerta no está surtiendo el efecto deseado, (se empeñan en que tengo que atenderlos escudándose en que es mi trabajo y me están pagando por ello –¡valiente disculpa!-), voy a ver si siguiendo el método del barón consigo que me dejen en paz.

Corregido y aumentado… que los lunes son muy malos.



... un infierno de hielo

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1590. Viernes, 9 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo nonagésimo: "En el fondo un orgasmo no es más que un enema vestido de trascendencia”. (Germaine Greer. 1939 activista australiana)

Los hábitos están cambiando, lo que antes te vendían por kilos ahora te lo venden en unidades; después de una larga batalla los aparcamientos (al menos algunos) tarifan por minutos; a ninguna empresa en su sano juicio se le ocurre pagarte una hora completa si sólo has trabajado unos cuantos minutos de más, y hasta en la mayoría de los países del mundomundial los medicamentos se venden según el número de ellos que necesites y no la caja completa.

Sin embargo, en ciertos temas, las cosas no han cambiado: te siguen cobrando la hora entera aunque el uso que hagas de lo que alquilas apenas sean unos cuantos minutos. ¿Por qué, por ejemplo, en la mayoría de las habitaciones que se alquilan por horas –para hacer vete tú a saber qué- no puedes pagar sólo por los minutos que la uses… si a la mayoría de sus usuarios –esos que hacen vete tú a saber qué- les sobran más de cincuenta y cinco minutos de cada hora?

Eso siendo generosos... y contando el cigarro de después.



... más "historias extra-ordinarias"

1589. Jueves, 8 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo octogésimo noveno: "Los cuatro puntos cardinales son tres: el norte y el sur". (Vicente Huidobro, 1893-1948; poeta chileno)

En 1774, unos médicos trataron de reanimar a personas recién fallecidas usando un ingenio llamado respirador de tabaco. El aparato en cuestión permitía insuflar humo por el ano del paciente. En la mayoría de los casos fue un absoluto fracaso, pero, al menos en uno de ellos, está documentado que, durante algunos segundos, el paciente volvió a la vida.

Lo que nos lleva a la conclusión de que sí, fumar (tabaco) por la boca mata, pero hacerlo por el culo tiene, al menos en algún caso, un efecto opuesto. Algo que, bien mirado por las leyes físicas del efecto contrario y eso, resulta hasta lógico.

... calumnias inglesas

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1588. Miércoles, 7 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo octogésimo octavo: "Los buenos modales son como el cero en aritmética; acaso no representen mucho por sí solos, pero pueden aumentar considerablemente el valor de todo lo demás” (Freya Stark, 1893 - 1993; exploradora británica)

Ayer dicen que hubo fútbol (¡y cuándo no es fiesta!). El sábado dicen que hay fútbol (¡y cuándo no es fiesta!). Visto los comentarios con los que nos machacan estos días los partidos deben de ser importantes (¡y cuándo no es fiesta!). Los fanfarrones -de uno y otro lado- hacen sus apuestas a cual más tonta (¡ y cuándo no es..! bueno eso). Luego, pierdan o ganen, no las cumplen. Ya no hay palabra, ya no hay honor, todo se queda en bravuconadas. Deberían de tomar ejemplo. Geoffry Huis, 26 años en febrero del 2005, jugador de rugby galés, a pocos días de jugar un partido con su selección frente a Inglaterra -y mientras tomaba unas cervezas en un pub de Caerphilly- le hizo una promesa a su amigo Gethin Probert: “si ganamos me corto las pelotas”.

Días más tarde su selección, que había perdido durante los quince años anteriores, ganaba el partido 11 a 9. Una vez terminado, Huis se fue a casa, cogió unas tijeras, se metió en su retrete y, como le había prometido a su amigo, se cortó las pelotas… que metió tranquilamente en una bolsa y que hubiera llevado al pub si no llega a ser porque perdió el conocimiento en medio de un charco de sangre cuando intentaba ponerse en marcha. El médico sólo pudo suturar el corte y (imagino yo) dale un volante para su psiquiatra.

Que aprendan… o que se callen.

... la estatura de Napoleón

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1587. Martes, 6 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo octogésimo séptimo: "En la fábrica hacemos cosméticos. En la tienda vendemos esperanza". (Charles Revlon, 1906-1975; empresario)

Económico, práctico, fácil de conseguir y con buen sabor. Este verano, que ya está a la vuelta de la esquina, los que vayan a la playa pueden y deben ahorrar. Por eso hoy, en el siempre discreto (a la par que elegante) peluche práctico, una de esas grandes recetas que están revolucionado la cocina de autor: la muy exquisita tempura de medusa.

Ingredientes para cuatro personas:

- 400 gramos de medusa.
- Aceite de girasol para freír.
- 50 gramos de harina de maíz, (la Maizena de toda la vida, vamos).
- 50 gramos de harina de trigo.
- 2 cucharatitas de semillas de sésamo tostado (opcional).
- Una pizca de sal.
- 200 mililitros de soda muy fría. (También sirve la cerveza, el bicarbonato o la gaseosa.. que todos hemos rebozado algo alguna vez).

Preparación:

Colocar la medusa bajo el agua fría durante 5 minutos. En un cuenco, añadir agua hirviendo y dejar reposar durante un cuarto de hora. Enjuagar, volver a sumergirla en agua fría, volver a enjuagar y cortarla en trozos de unos 2 cm. de grosor. Secarla bien con papel de cocina.

Tamizar (para los de fp-eso, tamizar = pasar por un colador-) los dos tipos de harina en un cuenco, añadir la sal y las semillas de sésamo e ir mezclándola con la soda-cerveza-gaseosa-bicarbonato hasta conseguir una fina masa para rebozado.

Rebozar los pedazos y sumergirlos en aceite de girasol muy caliente. Freír durante un minuto aproximadamente. La masa deberá hincharse, volverse crujiente y adquirir un color dorado. (Lo que es freír algo rebozado mismamente).

Sacar y dejar que escurra el aceite en papel absorbente –que la medusa no engorda pero el aceite un huevo-. Servir con salsa de soja a discreción, salsa que puede cambiarse a gusto del gourmet (para los de fp-eso, gourmet = el que se la va a comer).

Y que aproveche.

Este tierno verano de lujurias, azoteas y crisis, sobre todo crisis, que se nos echa encima ahorremos. Se puede, se puede.



... el arroz de Catalina

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1586. Lunes, 5 abril, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo octogésimo sexto: "Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada". (Proverbio árabe)

Quisiera ser entendido en las cosas económicas y poner un poco de sosiego en el día a día monetario, ponerle paños calientes a las hipotecas, parar ese ERE que se viene encima, qué se yo. Pero no lo soy. Dicen que la cosa es seria, que hay poco dinero, que con esto de la crisis en las vacaciones (tan ansiadas como cortas vacaciones) la gente ha ido más al pueblo. Porque casi todos guardamos un pueblo en el recuerdo de la infancia, que allí está la casa de los padres, de los abuelos, la de los recuerdos, tan rancia, tan sabia, tan mustia que está como ennoviada con el paso del tiempo, tan fresquita, ¡qué bien se está en la casa del pueblo en verano!

Pero luego llega uno y no hay de nada. Por eso, digo yo que se deberían abrir en los pueblos más negocios, aunque sólo fueran de temporada. Lo que antes, cuando éramos chicos, se llamaban ultramarinos, deberían proliferar ahora en los pueblos más pequeños, que es que no se puede comprar un sábado o un domingo una triste barra de pan o la prensa o una lata de sardinas. La crisis debería hacer espabilar más al personal, pero parece que no están por la labor.

Castilla, sus pueblos, van camino de ser sólo recuerdo.

... algas light

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"