1461. Lunes 14 septiembre, 2009

Capítulo Milésimo cuadringentésimo sexagésimo primero: “Una lengua aguda es el único instrumento de corte que se afila por el uso constante”. (Washington Irving,1783-1859; escritor estadounidense)

En la mayoría de los hombres hay dos elementos incontestables que indican la irremediable entrada en la edad talluda (los de la logse pueden sustituir, para entender la frase, lo de edad talluda por viejos; de nada). Uno es la aparición en nosotros del efecto airbag, efecto mediante el cual cierta parte de nuestro cuerpo -hasta entonces más o menos plana-, comienza a desplegarse casi a la misma velocidad con que la que se hincha el airbag de un coche coreano después de chocar contra un árbol. Y tan difícil de hacerla volver a su posición anterior como recolocar el susodicho artefacto.

La segunda es la demostración personal de la existencia del primer principio de la termodinámica, principio mediante el cual uno puede demostrar fácilmente que el pelo no se crea ni se destruye, simplemente se transforma, desapareciendo de la cabeza para aparecer en otros puntos, básicamente dentro de las orejas y de la nariz.

Cuestión que nos lleva a la verdadera esencia de esta entrada: ¿para cortarse los pelos de la nariz o/y orejas vale con esas tijeras curvadas que venden en los todoacien por sesenta céntimos (con su mango de imitación de carey y todo), o es preferible estirarse un poco y trasnochar para pedir en la teletienda el hairtechturbo3000 que, y según los testimonios recogidos de gente anónima de la calle que tan amable y desinteresadamente ellos mismos nos proporcionan, les ha cambiado radicalmente la vida ¡por sólo por sólo 39,95 euros más gastos de envío!?

Tantas dudas y tan poco tiempo ya de lunes. Va a ser una semana muy larga.

... tanga

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