1369. Martes, 17 marzo, 2009

Capítulo Milésimo tricentésimo sexagésimo noveno: “Acuéstate como la gallina, levántate como el marrano y vivirás siempre sano” (Refrán español)

El doctor Letamendi, destacado catedrático y, además de excelente médico, conocido por su proyección literaria y musical, ideó un curioso sistema para librarse de la gente que le acosaba con consultas en medio de la calle para evitar pagarle la visita. Cuando alguien le preguntaba algo, Letamendi les decía: “- Bien, bien. Vamos a ver: cierre usted los ojos y enséñeme la lengua”. Y, dicho esto, se largaba dejando al aprovechado con un palmo de lengua fuera.

Un lunes -el de ayer- complicado, y una amiga un poco –bastante- más hipocondríaca que la habitual hipocondría que insistentemente padece cualquier hijo de vecino, ha hecho que me acuerde -y mucho- del doctor Letamendi. Una lástima que una mal entendida diplomacia me impidiera a mí hacer lo mismo. ¡Qué listo el tío! ¡Pero qué listo!

... de luto

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