08-

- Para encontrar el significado de la expresión "mandar a alguien a tomar morcillas", hay que remontarse al siglo XIX, cuando para eliminar a los perros callejeros se empleaba la técnica de darles morcillas envenenadas con estricnina. Cuando a finales del mismo siglo aparecieron las perreras, se abandonó esa costumbre.

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07-

- Fue Christopher Latham Sholes quien ideó la primera distribución de las teclas en una máquina de escribir, colocando las letras más frecuentes alejadas unas de otras. Aquella distribución tenía su razón, si se escribía deprisa, el martillo de una letra chocaba con el de la siguiente al retornar a su posición, y así se evitaba. En 1936 August Dvorak, y basándose en el sistema anterior conocido como "querty" (las seis primeras letras del teclado), ideó su propio sistema, que además de llevar su nombre, es el más extendido en la actualidad. No es más que un perfeccionamiento del primero en el que se tiene en cuenta, además, la fuerza y la habilidad del dedo que debe pulsar cada tecla, así como la frecuencia de la letra en cuestión.

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06-

- Si utilizáramos pilas alcalinas AA para que funcione un ser humano durante todo el día, la cantidad necesaria sería de 648 pilas.

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05-

- En Rusia existe el UFO and Paranormal Collage, un centro educativo en el que enseñan a sus alumnos a reaccionar al toparse con un alienígena e, incluso, les aportan mapas de las rutas más habituales de los platillos volantes que, según ellos, sobrevuelan regularmente la Tierra.

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04-

- Los candidatos del partido comunista albanés a la presidencia del gobierno obtuvieron en 1982 el 99,999938% de los votos emitidos, al encontrase en el recuento un voto en blanco. Más absoluta fue la victoria del Partido Obrero de Corea en las elecciones celebradas en Corea del Norte en 1962: obtuvo el 100% de los votos emitidos y lo más curioso en que votó el 100% de los convocados a las urnas.

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03-

- En 1889, el rey de Italia, Umberto de Saboya y su esposa, Margarita, pasaron unos días de vacaciones en el Palacio Real de Capodimonte, en Nápoles. La reina se interesó por una torta de pan que se elaboraba en los hogares pobres con un poco de harina, levadura natural y todo tipo de sobras, desde queso y brócoli hasta salchichas. Para probar esta especialidad culinaria, se hizo llamar a dos cocineros experimentados, a la especialista Rosa Brandi -la pizzería Brandi existe en la actualidad- y a su esposo, Raffaele Esposito. La pareja elaboró varias pizzas con diferentes ingredientes, pero la que más le gusto a Margarita fue la hecha con mozzarela, tomate y albahaca. Además los ingredientes recordaban a la bandera italiana, lo que agradó aún más a la reina. Había nacido la pizza margarita.

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02-

La "pacotilla" era el conjunto de mercancías que los marineros podían transportar libres de gravámenes, es decir, el fardo de objetos personales que llevaban con ellos, y que generalmente eran baratijas y abalorios de poco valor con los que comerciaban.De ahí que, actualmente se diga que son "de pacotilla" las cosas de baja calidad y hechas sin esmero.

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01-

- Durante la Segunda Guerra Mundial, el pintor español sufrió alguna que otra persecución por parte de la Gestapo que ocupaba París. Tras revisar su apartamento palmo a palmo, un oficial alemán vio colgada una foto de su obra maestra, el Gernica, y le preguntó: “¿Ha hecho usted esto?”. “No, lo hizo usted”, replicó Picasso.

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1319. Martes, 23 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo decimonoveno: "Las gaviotas nacen de los pañuelos que dicen adiós en los puertos” (Ramón Gómez de la Serna, 1888-1963; escritor español)



Planto el árbol de este año y cierro el chiringito hasta el 7 de enero, miércoles.

Y ya que al 2008 le quedan, literalmente, dos telediarios, esperemos que el 2009, tan cargado de ilusiones como todos, no nos haga acordarnos de la madre que lo parió.

Hasta el año que viene. Feliz Navidad.

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1318. Lunes, 22 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo decimoctavo: "Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá sea ésta la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen." (Henry Ford, 1863-1947; economista estadounidense)

Aunque estoy completamente seguro de que hoy no me va a tocar la lotería (sobre todo porque no he jugado), soy de los que confían ciegamente en que la humanidad, además de justa, progresa y avanza de una forma imparable.

Si ya llegó ese glorioso día en el que la lógica y la justicia establecieron que, de las dieciséis horas que cualquier persona normal está despierta al día, sólo se podía trabajar la mitad de ellas, no hay que perder la esperanza de conseguir, más pronto que tarde, lo que el más mínimo sentido común está reclamando: de siete días que tienen una semana trabajar la mitad: tres y medio.

Y de doce meses que tiene el año trabajar la mitad: seis.

Es de justicia y de razón. Sólo así, las personas decentes, honradas y trabajadoras conseguiremos equilibrar las infamias que ahora se cometen con nosotros y podríamos dedicar el tiempo imprescindible a realizarnos como personas humanas individuales y como parte integrante de una comunidad social, todo ello sin tener que perder nuestras propias señas de identidad.

Mientras eso llega, empieza la cuenta atrás para las mini-vacaciones de Navidad: me quedan dos días -hoy incluido- para mentalizarme y poder llegar a ellas en plenas facultades.

La primera medida va a ser no cansarme, no hacer ningún esfuerzo, tomarme estos dos días laborales prevacacionales de una manera completamente relajada. Toca reflexión, mirar al cielo, pasear por los pasillos, charlar animadamente con los compañeros alrededor de una café.

Ya tendré tiempo de cansarme en vacaciones.

... adornos navideños

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1317. Viernes, 19 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo decimoséptimo: "Es curioso que la vida , cuanto más vacía más pesa". (León Daudí 1905-1985; escritor español)

¿Aburrido de los juegos preliminares de siempre? ¿Te cuesta que entre en materia? ¿No estás por la labor de perder el tiempo haciéndole las últimas gilipolleces que leyó en el Cosmopolitan? Tranquilo. Somos conscientes de que este blog también tiene algún que otro lector extraño (de esos a los que, incomprensiblemente, les gustan las mujeres), y por eso hoy, dedicado a ellos, un peluche práctico con la solución al problema. Una simple partidita con la Playstation, con la Wii, o con la Ds y asunto arreglado.

Siempre, claro, que te dejes ganar.

Un estudio del periódico americano Addiction señala que las mujeres que juegan con este tipo de máquinas, experimentan cambios en el ritmo cardiaco y en la química corporal similares a los que acontecen durante la excitación sexual previa. Pero sólo cuando ganaban.

Por probar...

... la lotería de Navidad

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1316. Jueves, 18 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo decimosexto: "La mosca que no quiere ser cazada está más segura cuando se posa en el cazamoscas” (Georg Christoph Lichtenberg 1742-1799)

Más que por huevos las cosas se hacen por uebos, es decir: por necesidad... según la definición de la “Real Academia Española © todos los derechos reservados”.

A ver si así mis queridos jefes no me tocan tanto los huevos haciéndose los ofendidos cada vez que intento explicarles correctamente la verdadera razón por la que tengo que venir al trabajo cada día.

Por uebos.

¡Manda huevos!

... la lotería de Navidad

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1315. Miércoles, 17 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo decimoquinto: "Un paraíso del que no se puede salir es un infierno" (Armando Fuentes Aguirre, 1938; escritor mejicano)

Paseo por los blogs “¿Qué leéis, monseñor?” preguntaba Polonio a Hamlet. “Palabras, palabras, palabras" contestaba. Palabras; es decir, nada; es decir, todo. Y siglos más tarde, uno de esos grandes escritores oscuros que jamás serán populares, quizá porque ha cometido el imperdonable delito de escrutar en el fondo de la caja de Pandora, Jean Paulhan, se atrevía a declarar en uno de sus libros raros “Todo se ha dicho. Sin duda. Si las palabras no hubieran cambiado de sentido; y el sentido de palabras”.

Admito que leo pocos blogs, cada vez menos, pero es que no me gusta el gris de la mayoría de ellos. No es fácil encontrar otros tonos, otros colores en la paleta inmensa de miles de palabras que, escritas por millones de dedos, significan cosas tan diferentes. Es posible que, como pretendía Huxley en “Un mundo feliz”, las palabras puedan parecerse a los rayos equis porque si son empleados convenientemente atraviesan cualquier obstáculo. Pero ¿cómo estar seguros de que millones de dedos las han empleado convenientemente? Hemos avanzado tanto, a través de los siglos, por esa selva de signos sonoros o escritos que es el lenguaje, que utilizando los mismos sólo conseguiremos eludir la verdad, puesto que cada uno los utilizará de diferente manera.

Sospecho, no me atrevo a asegurarlo, que ya es imposible describir verdad alguna en esta telaraña de redes.

... un belén único

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1314. Martes, 16 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo decimocuarto: “"Cacahuetes con cáscara: féretros con pequeñas momias dentro" (Ramón Gómez de la Serna, 1888-1963; escritor español)

Una buena muestra de que la gente (casi) siempre ha sabido divertirse la tenemos en el gran éxito de público que, durante la Edad Media -una de las épocas más aburridas de la humanidad-, cosechaba cualquier tipo de ejecución pública.

Era cosa corriente que a un delincuente medieval se le condenara a muerte aunque, para disfrute de los espectadores, la justicia disponía de una gran variedad de procedimientos; no era lo mismo morir de un modo que de otro y la gente hubiera protestado –y no digamos el reo- de dictarse una sentencia inadecuada.

Se podía despachar al convicto ahogándole en fango y también en agua, que era mucho menos humillante (y mucho más limpio); decapitado con hacha y cuchillo; si se trataba de un miembro de una familia distinguida, con espada (en esto la gente distinguida era muy estricta). A los herejes se les quemaba vivos, a no ser que fallecieran en el suplicio o por cualquier otro accidente tonto, en cuyo caso se les quemaba muertos para que no se libraran del castigo merecido. A los ladrones se les ahorcaba, y si habían muerto antes de la condena y ya estaban enterrados, se ahorcaba a un muñeco que los representaba. A los parricidas y magnicidas se los descuartizaba atándolos a cuatro caballos (un miembro a cada uno) a los que se fustigaba para que salieran galopando en distintas direcciones; el resultado era previsible, pero no por ello falto de interés.

Como puede apreciarse las posibilidades eran muchas, la imaginación sobraba y el resultado solía agradar bastante al personal. Era espectáculo en estado puro, un espectáculo que ha intentado llegar hasta nuestros días aunque el tiempo y unos cuantos tiquismiquis le han quitado la gracia haciéndole desaparecer su ingrediente esencial: el realismo.

Desde entonces estas cosas ya no han sido igual.

... regalos navideños

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1313. Lunes, 15 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo decimotercero: "Piensa mucho, habla poco, escribe menos”. (Proverbio italiano)

Te sientes acorralado. Sin que te des cuenta se han acercado tanto que, además de impedirte cualquier movimiento, puedes detallar, sin mucho margen de error, sus empastes, el color -entre blanco y rosado- de su lengua, si acaba de beberse un sol y sombra, y hasta que tipo de desodorante lleva.. ninguno. Incluso hay un término que define esta pérdida de intimidad: Proxemia

Hay gente extraña con la incómoda manía de acercarse tanto que invade tu espacio vital. Y, aunque disimuladamente (o no) retrocedas, él te seguirá hasta acorralarte.

Solución: mantener la calma, inspirar, expirar y soltarle de carrerilla: "mira, no te asustes, pero tenía un picor tremendo, he ido al médico y me ha dicho que no me preocupe, que sólo son ladillas, eso sí, ten cuidado y no te acerques mucho no sea que..."

Mano de santo.

... Santa

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1312. Viernes, 12 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo duodécimo: "Es más fácil amar a la humanidad en general que al vecino" (Otfried Höffe, 1943; filósofo alemán)

Las ostras pueden cambiar de sexo varias veces en su vida. Todo depende de la cantidad que haya de un mismo sexo: si proliferan las hembras, la mitad se vuelven machos y, la temporada siguiente, si hay muchos machos, se vuelven hembras.

Y luego venga a decir que la especie más evolucionada es la humana. Desde luego no será en algunas cosas.

Hasta el martes pues.

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1311. Jueves, 11 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo undécimo: "Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso de nuestra ligereza o ignorancia" (Santiago Ramón y Cajal, 1852-1934; médico español)

Uno de los cuentos que más a contribuido a desprestigiar a la siempre malmirada vagancia ha sido, sin duda, aquel que Samaniego copió de La Fontaine, (y éste a su vez de una fábula griega) en la que una pobre e indefensa -pero trabajadora- hormiga dejaba morir de hambre -por vaga- a una codiciosa y egoísta cigarra. Una fábula que no sólo está escrita con absoluto desconocimiento de las costumbres de los insectos, sino con una mala leche impresionante: calumnias, calumnias y más calumnias.

Pasando por alto el pequeño detalle de que las cigarras apenas viven unas cuantas semanas (si suelen morir antes de que empiece el invierno, ¿para qué iban a querer almacenar entonces algo las pobres?) y digan lo que digan estos manipuladores, resulta que las cigarras no están desprovistas de virtudes domésticas: se ocupan de su hogar y de sus cigarritos tanto o más que la hormiga en su comunidad, y construye, en el silencio de su retiro, unas casas lo suficientemente resistentes como para no tener que recurrir a nadie.

Pero eso no es lo peor: la historia es justo al revés; las cigarras son tan buenas que de ellas se aprovechan descaradamente las hormigas quitándoles la savia que las pobres cigarras, con todo su trabajo, hacen brotar de las ramas de los arbustos. Las hormigas, aprovechándose de su superioridad numérica, empujan de malas maneras a la cigarra hasta quedarse con la planta; ni el lanzamiento de chorros de orina con los que la cigarra obsequia a sus muy aprovechadas compañeras para defenderse, logra disuadirlas.

Y cuando al cabo de su existencia efímera empieza a secarse el cadáver de la pobre cigarrita al sol, son precisamente las pervertidas y depravadas hormigas las que se lo reparten y, en ocasiones, ni esperan a que esté muerta del todo para lanzarse sobre la que consideran ya indefensa y de su propiedad.

Queda así al descubierto la verdadera cara de la trabajadora hormiga, y con ella una de las grandes mentiras que durante tanto tiempo han pretendido usar como ejemplo moral sólo para avergonzarnos y que no pudiéramos desarrollar nuestra verdadera vocación: ser vagos.

Basta ya de manipulaciones. Los buenos somos nosotros.

... tirar el dinero

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1310. Miércoles, 10 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo décimo: "Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria" (Mahatma Gandhi, 1869-1948, líder del nacionalismo indio)

Aunque los incas no tenían un sistema de escritura tal y como lo entendemos hoy, disponían de un eficaz sistema de registro conocido como quipu, término quechua que significa nudo. Los quipus eran cuerdas de algodón (y en ocasiones lana) anudadas que los soberanos incas utilizaban para supervisar y controlar los impuestos, la población, la actividad militar y la economía. Además de contener información estadística, los quipus eran también instrumento para conservar relatos, mitos, poemas y la historia de su pueblo.

Las personas responsables de codificar y descodificar la información eran conocidos con el nombre de quipucamayoqs (“hacedores de nudos”), y había equipos de mensajeros que transportaban raudos los quipus de una ciudad a otra, llegando a cubrir hasta 240 kilómetros en un día. El color, el tipo de nudo y su ubicación en la cuerda eran factores significativos en la interpretación de los mensajes. Por ejemplo, el rojo se refería al ejército y el blanco indicaba paz.

Sólo un puñado de quipus sobrevivieron a la conquista española, pues los sacerdotes católicos los consideraban obra del demonio.

Mira que me ha recordado a mí esta historia de los quipucamayoqs a la de los actuales curritos que se dedican a la informática. Salvo por el final... Por ahora.

... demasiado frío para nevar

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1309. Martes, 9 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo noveno: “No quiero un mundo más justo, sólo quiero que los ricos y famosos sufran de almorranas” Pablo H., 34 años; administrativo)

Hace casi 5.000 años, en la china del emperador Huang Ti, los médicos sólo cobraban mientras la gente estaba sana. En caso de enfermedad eran los propios médicos los que corrían con todos los gastos del tratamiento necesario hasta que el paciente sanaba.

No se tienen noticia de que por aquella época hubiera ningún tipo de listas de espera y, puestos a elucubrar, hasta me atrevería a decir que no sólo el gasto en medicamentos era algo más ajustado que ahora sino que, a buen seguro, la Seguridad Social de aquella época no era ni tan siquiera deficitaria.

Casualidades de la vida, supongo.

... el conejo de la suerte

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1308. Viernes, 5 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo octavo: "La persona que no tiene secretos para su pareja, una de dos, o no tiene pareja o no tiene secretos. Y en ninguno de los dos casos me parece una persona envidiable” (Maurice Chevalier, 1888–1972; cantante francés)

Lleva ya unos años siendo superventas en varios países del mundo y parece que este año tampoco se quedará atrás. Es el rapex, un dispositivo dentado en forma de tampón fabricado en Sudáfrica, y que está siendo el regalo estrella de estas navidades. El aparatito en cuestión está dotado de unos dientes similares a los de un tiburón que se agarran al pene de quien intente forzar una relación sexual. Sólo puede ser quitado por un médico utilizando cirugía.

La intención no puede ser mejor: evitar abusos y violaciones a las mujeres y, además, poder detener al agresor fácilmente al agresor.

Sin embargo, sabiendo lo despistados que solemos ser las personas humanas para ciertas cosas y, sobre todo, teniendo en cuenta el pequeño detalle que acompaña a sus instrucciones: “uno se lo pone y gracias a su extraordinaria comodidad se olvidará completamente de que lo lleva..." !qué queréis que os diga! yo miraría varias veces antes de. A partir de ya.

Hasta el martes.

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1307. Jueves, 4 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo séptimo: "El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla" (Enrique Tierno Galván, 1918-1986; político español)

Alfred Hitchcock estaba tan obsesionado con Tippi Hendren que se vengó cruelmente de ella por rechazarlo en una escena de “Los pájaros”. En la toma, enormes pájaros de madera atacaban a la actriz, pero ninguna toma le pareció bien hasta que uno de los pájaros le golpeó un ojo produciéndole una brecha y un desprendimiento de retina. Mientras Tippi iba camino del hospital, Hitchcock gritó: “!corten, ha sido buena!”.

A veces tengo la sensación de que algunos jefes se parecen demasiado a Hitchcock cuando, empeñados en que hagamos y rehagamos informes, sólo acabaran de darles su visto bueno el día en que el autor esté camino del hospital.

Que no sería el primero que termina en urgencias por haberse cortado la córnea con el filo de una hoja de papel. Doy fe.

... diosas

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1306. Miércoles, 3 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo sexto: "Meter la psicología en todo es carecer de psicología". (Henri Michaux, 1899 - 1984; poeta y pintor francés)

Reconozco que una parte de mi total animadversión a los psicólogos es visceral. Pero también es verdad que cada vez voy encontrando más razones para poder justificar esa animadversión de una forma lógica. Con el paso del tiempo, no sólo me he convencido de lo inútil que es perder el tiempo en la consulta de uno de estos profesionales -por muy cargado de master que tenga su currículo-, sino que cada vez estoy más seguro de que, escondidos tras las tareas más dispares, hay gente con un talento asombroso en el (para mi imposible) arte de escuchar a los demás, de comprenderles y de orientarles.

En un taxi, detrás de la barra de un bar, conduciendo una furgoneta o simplemente sentado en un banco del parque... cualquier sitio es bueno. Lo difícil es dar con la persona adecuada, pero hay gente con un talento natural para detectar el estado de ánimo de los demás, para lograr que desembuchen sus problemas alrededor de una taza de café y para ayudar a resolver unos conflictos que la mayor parte de las veces no serían tales si la empatía, una cualidad que nada tienen que ver con la inteligencia de cada uno, nos funcionara como debiera. Aunque sólo fuera de vez en cuando.

... la primera ambulancia

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1305. Martes, 2 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo quinto: "Preveo la desaparición del canibalismo. El hombre está asqueado del hombre". (Stanislaw Jerzy Lec 1909-1966; poeta polaco)

Basta echar un vistazo estos días (y los que nos quedan) por el centro de cualquier ciudad para darse cuenta de que la Navidad es una locura colectiva. Y no lo digo en plan metafórico: cada vez estoy más convencido de que, llegando diciembre, se nos sueltan unos cuantos cables dentro de la mollera y necesitamos urgentemente alguien que nos arregle el desbarajuste.

Observando el hormiguero de gente entrando y saliendo de las tiendas, da la sensación de que son muchos los que tienen como mascota a una gallina que les pone huevos de oro cada noche. El panorama de gente transportando paquetes y bolsas es lo más parecido a esas imágenes de los telediarios en que la población hace acopio de víveres para afrontar el paso de un huracán. Paseando por cualquier calle comercial uno tienen la impresión de estar viviendo en una de esas monarquías petrolíferas donde todos están forrados y ya no saben en qué gastarse el dinero. Hacer regalos con moderación y criterio es agradable; pero llevado a los extremos grotescos en que lo estamos haciendo empieza a dar un poco de dentera.

Además, en Navidad, sucede otra cosa que me tiene desconcertado, y no me estoy refiriendo a la clonación en cada esquina de un Santa Claus (alguien debería explicar que no es él quien nace cada Navidad) sino por lo extraño que se vuelve el personal en esta época. Gente que en otro momento del año se harían los miopes o los distraídos para no saludarte, que no pararían ni para recogerte de la cuneta nevada de una carretera secundaria (aunque estuviera anocheciendo y se escuchara, de fondo, el aullido de los lobos), ahora te da dos besos y te desea prosperidad y felicidad. Tengo un amigo que mantiene la teoría de que todas esas criaturas súbita y aterradoramente simpáticas han salido de la ornamentación callejera con la que todos los ayuntamientos se empeñan en obsequiarnos llegadas estas fechas. Dice que el día que vea la película “La invasión de los ladrones de ultracuerpos” sabré con exactitud a que se refiere.

... carajillos

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1304. Lunes, 1 diciembre, 2008

Capítulo Milésimo tricentésimo cuarto: “Quien para mear tiene prisa, acaba por mearse la camisa (refrán español)

Junio 2008, excursión del Imserso, tres señoras entre los sesenta y cinco y setenta y cinco años comparten la misma habitación de hotel en Benicasim. Después de una cena de buffet y algún que otro baile para caderas perjudicadas las tres se van a la cama. Cerca de las dos y media de la madrugada una de ellas se levanta sigilosamente al servicio, no se aguanta las ganas de mear pero no quiere despertar a sus compañeras de habitación que están durmiendo en las camas de al lado. Decide no encender la luz y llega tanteando lo que puede hasta la taza del retrete. Se sube el camisón y se sienta en ella orgullosa de no haber tropezado con nada por el camino. Mientras eso ocurre, otra de las tres compañeras tiene la misma idea y empieza a recorrer el mismo trayecto, también completamente a oscuras y también lo más silenciosa que puede. Con esfuerzo llega a la taza y se sienta en ella... justo encima de su compañera. Los gritos de ambas, descritos por algunos de los huéspedes del hotel como alaridos infernales, debieron romper varios cristales de los edificios cercanos.

Resultado final: una de ellas con crisis nerviosa (que sólo pudo ser atajada con los correspondientes ansiolíticos a discreción), otra con un buen golpe en glúteo izquierdo (convenientemente amortiguado por la abundante acumulación de grasa en el mismo) y una tercera, la que aún no se había levantado de la cama, mi madre, que después del susto inicial, acabó meándose –literalmente- de la risa. Y a la que más de cinco meses después le sigue pasando lo mismo cada vez que me lo cuenta.

Qué poca solidaridad con el sufrimiento ajeno, de verdad.

... comer con los guantes puestos

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