1268. Miércoles, 8 octubre, 2008

Capítulo Milésimo ducentésimo sexagésimo octavo: "Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco". (John Maynard Keynes, 1883-1946; economista británico)

Ayer escuche a un ministro, reconozco que como todos van vestidos igual y no les suelo poner mucha (ninguna) atención soy incapaz de distinguirlos, hablando sobre el número de parados, que había aumentando, sí, pero que como había aumentado menos que otra veces resulta que en el balance global había disminuido. Desaceleración del aumento o algo así lo llamaba. Pues muy bien, una forma original de verlo.

La siguiente noticia trataba sobre el reajuste en los precios. Una pregunta, seguro que tonta, me vino a la cabeza ¿Por qué siempre que se reajustan los precios lo hacen hacia arriba y nunca se reajustan hacia abajo?

En el mismo bloque, que empezaba a sospechar que sería de economía, la señorita presentadora, vestida de un impecable rosa palo sobre un fondo azul cielo de lo más penetrante, se quedó mirando fijamente a la cámara y dijo algo sobre una empresa, vaya usted saber cual, en la que negociaban una flexibilización de la plantilla. Y otra vez otra pregunta ¿pero por qué cuando flexibilizan, siempre es para despedir a unos cuantos y nunca flexibilizan para contratarlos?

¿Alguna ley física acústica o cósmica que explique estas y parecidas cuestiones? Yo estoy seguro que sí, y que es mi profundo y total desconocimiento del tema económico la causa por la cual lo único que logro entender perfectamente sobre este asunto es lo mucho que se han reajustado los precios comparado con la impresionante desaceleración que ha experimentado mi cada vez más miserable sueldo.

Será que la ignorancia es muy atrevida, será, pero yo no vuelvo a dejar el mando de la tele tan lejos. Puestos a ver una de risa prefiero cualquier comedia a tragarme otra vez un telediario.

... cuentos machistas

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