Sábado, 28 junio, 2008

Pequeña selección de textos ajenos para saborear este verano. 3.
"Esto es una esclavitud como otra cualquiera, le espeto a mi colega de gimnasio, que asiente sin dejar de flexionar su cintura desde el banco de abdominales. El sudor empapa mi cuerpo mientras veo, indignado, que mis tres series de 30 no han logrado que emerja ni una sombra de músculo bajo los excesos de mi abdomen.

El verano acecha y ahí continúan instaladas las cervecitas, las paellas, el cubata. Me consuelo pensando que a mi alrededor el panorama no es mejor. Todos tan sobrealimentados, tan adictos al mando a distancia, al móvil, al monovolumen, que tenemos que pagar adoptando posturas imposibles en sofisticadas máquinas diseñadas para rentabilizar nuestro esfuerzo quemando el mayor número de calorías en el menos tiempo posible.

Tengo agujetas en el sentido común, y me siento avergonzado por atreverme a llamar “esclavitud” a mi propia incoherencia. Desde la foto de una portada me miran tres niños esclavos, con los ojos rebosantes de dignidad. Cada uno, qué ironía, cuesta lo mismo que mi cuota mensual del gimnasio.

Gracias por obligarme a ejercitar mi raquítica conciencia, además de mi orondo cuerpo primermundista. "
Transmongoliano día 2: Moscú.

... "historias extra-ordinarias" todos los días.

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

No hay comentarios: