1206. Miércoles, 18 junio, 2008

Capítulo Milésimo ducentésimo sexto: "Las leyes son semejantes a las telas de araña; detienen a lo débil y ligero y son deshechas por lo fuerte y poderoso." (Solón, 638-559 a.C.; legislador y político ateniense)

Vivimos de ideas recibidas, de viejas estructuras: la familia, el estado, la religión, los partidos políticos. Estructuras a las que seguimos adscritos pese a que han dejado de cumplir parte de su función. Y con ese material de derribo nos arreglamos como podemos, aún sabiendo lo injusto que suele ser el resultado final de un mundo en el que unos pocos afortunados lo tienen todo mientras el resto apenas tiene nada.

Sin embargo, en la historia de la humanidad ha habido momentos en los que la sociedad se dotó de medios con los que poder ser más igualitaria.

Pueblos como los Babilonios, que una vez al año cumplían escrupulosamente la tradición de subastar a las jóvenes en edad casadera. Los hombres tenían que pujar con altas sumas de dinero para conseguir llevarse a las mujeres más guapas. El dinero recaudado se repartía entre las menos agraciadas para que pudieran comprarse esposo.

Así, y salvando los casos extremos (que para eso todo en la vida es un función gaussiana con forma de campana) la cosa quedaba en feos ricos comprando guapas pobres para que feas pobres pudieran comprarse guapos pobres. Las guapas se casaban con los ricos y las feas se casaban con los guapos. Un equilibrio (casi) perfecto en el que (casi) todos quedaban contentos. (Vale, sí, todos menos los feos y pobres, pero estamos en Babilonia y aún quedará algún tiempo para que inventen Lourdes).

Un sistema social de redistribución de riqueza y de belleza mucho más justo que el actual en el que el liberalismo a ultranza ha impuesto la ley de la selva y hasta donde dos guapos y ricos pueden cometer la barbaridad de casarse entre ellos sin que nadie ponga el grito en el cielo. Una sociedad cuyos miembros son capaces de anteponer sus intereses personales o sentimentales al bien de sus semejantes menos agraciados tiene que ser una sociedad enferma.

... perla negras

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

No hay comentarios: