1193. Viernes, 29 mayo, 2008

Capítulo Milésimo centésimo nonagésimo tercero: “El que sabe que suficiente es suficiente siempre tendrá suficiente. (Lao-Tsé, 570- 490 a. C.; filósofo chino)

Hay preguntas de esas tópicas que uno nunca entiende por qué la gente no contesta con lógica, por ejemplo ¿qué te llevarías a una isla desierta?, pues está claro: un barco; o esa otra de ¿qué tres deseos le pedirías a un genio? lógicamente con uno que dijera que a partir de entonces se cumplieran todos los demás, digo yo que estaría más que solucionado. Y todavía sobraban dos.

Ocurre igual con ¿cantidad o calidad? La respuesta no puede ser más evidente: las dos cosas. Y que nadie diga que es imposible, la calidad se puede aprender, un poco de paciencia y mucha práctica son técnicas que no fallan. En cuanto a la cantidad, ningún problema. Hoy, en peluche práctico, y directamente de los libros más antiguos y sagrados del hinduismo, los vedas, destripamos el método que usan sus grandes próceres para conseguir un pene más largo, flexible y resistente. Un pene de los más pinturero en tan solo dos pasos. ¿Alguien da más?

- Paso primero: restriéguese el miembro con las púas de ciertos insectos que viven en los árboles. (He preferido omitir públicamente el nombre del bichito en cuestión en previsión de su más que posible caza indiscriminada)

- Paso segundo: úntese con aceite diez noches seguidas.
Transcurrido este tiempo hay que repetir el paso primero y el segundo hasta conseguir el tamaño deseado. Una vez alcanzado, el individuo en cuestión ha de colocarse boca abajo e introducir el miembro a través de un agujero previamente cavado en su casa.

Y a disfrutarlo todos. ¿Fácil no? Hasta el lunes.

... más "historias extra-ordinarias" todo el fin de semana.

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