1139. Viernes, 29 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo noveno: "Todo se reduce al sexo, excepto cuando lo estas haciendo, que se reduce en: ¿Cómo lo estoy haciendo? ¿Se va a quedar? ¿Qué estoy haciendo?" (Queer as folk, serie de televisión)

Adelante con las multiculturalidades y las globalizaciones. Hoy, en peluche practico, y con vistas al fin de semana, pequeño recorrido pedagógico y educativo por algunos de los países del mundo que nos rodea.

- Árabe: un miembro de la pareja permanecerá boca arriba mientras el otro le cabalga.

- Croata: baño de lengua que termina con un coito con uno de los participantes sentado encima a horcajadas.

- Cubana: hacer una masturbación entre los pechos.

- Inglesa: impartir castigos suaves mediante azotes y cachetes.

- Francés: realizar una felación.

- Griego: sexo anal.

- Hawaiano: actividad sexual en la que se recorre todo el cuerpo con la yema de los dedos usando algún aceite de aromaterapia. Se finaliza con una masturbación.

- Japonés: coito en el suelo sobre almohadas que incluye numerosas posiciones en cuclillas.

- Vienesa: posición para el coito en el que uno de los miembros de la pareja está estirado boca arriba sobre la cama y cruza los pies por detrás del cuello.

- Birmana: masturbación con los pies.

- Sueco: sexo en grupo.

- Tailandés: masaje que se realiza con los senos por todo el cuerpo.

- Turco: uno de los miembros de la pareja permanecerá siempre con las manos atadas.

Aprovechemos la diversidad, abramos fronteras, recorramos el mundo. Hasta el lunes.

... más "historias extra-ordinarias" todo el fin de semana.

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1138. Jueves, 28 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo octavo: " Es más fácil llenar el estómago que el ojo" (proverbio alemán)

Aunque sus estudios de aquella época nada tenían que ver con el tema gastronómico, pocas personas han sido capaces de explicar con semejante claridad, la importancia que, ante una buena comida, tiene el recipiente en la que la vayamos a servir.

En 1955 Gordon Allport, psicólogo, proponía el siguiente experimento:

"En primer lugar, piense en tragar la saliva que tiene en la boca, o hágalo. Luego imagine que la escupe en un vaso y se la bebe. Aquello que le parecía natural y suyo, de repente se vuelve repugnante y ajeno".

Y eso que la saliva, mezcla de agua (95%), iones de cloruro, moco, fosfato, inmunoglobulinas, enzimas y bacterias, es exactamente la misma la traguemos directamente desde la boca o desde una copa flauta de cristal de bohemia.

Lo que cuenta es el envase.



... aparejadores por correspondencia.

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1137. Miércoles, 27 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo séptimo: "Yo odiaría ser abstemio, imaginaros levantarse por la mañana sabiendo que durante todo el día uno no va a sentirse mejor". (Dean Martin, 1917-1995; actor estadounidense)

Sugén curcila por itnernet, atsá dotasmredo que si ciambas el odren de las lartes de una pablara, etcexpo la prerima y la úmtila, el rudalteso es una fasre talmetonte crompinbesle. O csai.

La metne, cmoo simerpe, surepa caluiquer otbúslaco a la cimuconicaón. Ea.

... obesidad.

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1136. Martes, 26 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo sexto: "Puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo si la publicidad es buena y el presupuesto lo suficientemente grande" (Joseph E. Levine, 1905-1987; productor estadounidense)

Mucho se ha hablado de los efectos perniciosos de la sangre menstrual -con la documentación que existe sobre la nocividad que desprenden las mujeres menstruantes se pueden escribir varios libros- pero muy poco se ha dicho sobre sus beneficios. Hoy, en peluche práctico, algunas de las ideas que se practican por el mundo para aprovecharse de esos días y sus secreciones. Hoy, en peluche práctico: sáquele partido a sus reglas. Reutilice su sangre menstrual.

Es costumbre en algunos países asiáticos como Birmania, recurrir a las mujeres menstruantes cada vez que una plaga de insectos ataca las cosechas. El mecanismo es simple, los campesinos piensan que la sangre menstrual tiene poderes terribles y sólo con su olor es capaz de contaminar el aire, por eso, cada vez que hay una plaga, contratan a mujeres que estén menstruando para que se paseen sobre los campos con sus genitales desnudos. Suficiente para que los insectos, ante aquel terrible olor, mueran o se alejen.

En algunas partes de Sicilia aún se usa el agua de la higiene íntima de las menstruantes para humedecer los troncos de los árboles y que así éstos no sean atacados por las orugas. Una buen fuente de ingresos, sobre todo para las más limpias.

En Baviera los campesinos entregan a las vírgenes menstruantes pañuelos de encaje para que los impregnen con su sangre menstrual ya que los consideran poderosos amuletos capaces de evitar a quien los lleva accidentes o heridas con hemorragias. Llegan a pagar cantidades importantes por conseguirlos. Al tener que ser de vírgenes, el precio sube. Cuestión de oferta y demanda.

En Francia aún pervive una tradición, muy extendida en el siglo XVII, según la cual la sangre menstrual de una mujer que no hubiese parido tiene la propiedad de apagar los fuegos por muy vivos que fueran éstos. No he llegado a saber si las bomberas que disfrutan de esa situación tienen un mejor sueldo. Pero deberían.

En el sur de Rusia, pensando que la sangre tiene parte del alma de su propietaria, la utilizan como filtro de amor mezclándola con el vino o el café. Se trataría sólo de buscar el candidato apropiado.

Y sin irse tan lejos, aquí en España, hay muchos curanderos que creen en el efecto salutífero de la sangre menstrual para curar el lagrimeo, la epilepsia y las convulsiones en general, los dolores rebeldes, la erisipela, la gota, los diviesos, las verrugas, lamparones, llagas viejas, tercianas, hidrofobia, esterilidad, e incluso curar el amor voluble asegurando el amor de los hombres, deshacer el mal de ojo, preservarte de la peste y desviar a las tormentas. Como la clientela para estos menesteres no falta, la demanda de este tipo de sangre, necesaria para hacer sus pócimas y brevajes, pues tampoco.

Y gotita a gotita.
... helados.

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1135. Lunes, 25 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo quinto: "La gente que no para de trabajar lo hace para no tener tiempo de acordarse de que no tiene nada que hacer. (Francis Picabia, 1879-1953; pintor francés)

En vez de aprovechar la diversidad y enriquecernos con las diferencias, tenemos, desde la comodidad de nuestro primer mundo, una corrosiva tendencia a emitir juicios de valor sobre todas aquellas otras culturas que nos son ajenas o no se nos parecen. En estos tiempos de multiculturalidades, globalizaciones y mestizaje es bonito saber que en algunos lugares aún existen hombres, mujeres y niños que celebran y respetan sus más antiguas tradiciones.

Lo que no quita para que me parezca un poco desproporcionado las directrices que han establecido los mandatarios de Rajastán, una de las muchas regiones de la India, los cuales, excusándose en el respeto que es obligatorio guardar a las costumbres locales, han decidido prohibir que los turistas puedan hacerse cualquier tipo de demostración de cariño en público. Por inocente que sea.

Nada que objetar. Son sus costumbres locales y hay que respetarlas. Pero no deja de chocarme que sean precisamente estas autoridades las que miran para otro lado ante la -también- costumbre local, más extendida de lo que debiera, que tienen los hombres de la región de echar ácido en la cara de las esposas que no cumplen con los deseos de su marido.

Algo no me acaba de cuadrar en este discurso de respetar las señas de identidad culturales de los pueblos. Algo no me acaba de cuadrar. Será que es lunes. Será.

... un caudillo contenido.

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1134. Viernes, 22 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo cuarto: "Es hora de bajar de peso cuando vas a la playa y, al estar tomando el sol sobre la arena, unos ecologistas intentan devolverte al mar". (Miren Amiano, 54 años, ama de casa)

Cuentan que, antes de convertirse en el famoso par de brillantes cerezas con el que se identifica desde hace más de cuarenta años, el logotipo de la discoteca Pachá iba a ser (hasta llegó a serlo durante algún tiempo) un ojo. Sin embargo, su fundador, Ricardo Urgel, decidió, en contra de todos sus asesores, que la imagen de una fruta fresquita y retozona como la cereza, le iría mucho mejor al negocio. Y acertó de pleno.

Lo que no sabía el dueño de Pachá, o al menos eso confiesa, es que no estaba inventado nada nuevo: la pareja de cerezas ha sido, desde muy antiguo, todo un símbolo sexual.

De ahí que aparezca en obras como "La nave de los locos", de El Bosco, en la mesa a la que se acercan desnudos los amantes y, sobre todo, en multitud de postales y fotos -más o menos eróticas- que se pusieron de moda allá por los principios del siglo XX y en las que solía aparecer una chica con ojos de lujuria sosteniendo un par de cerezas gemelas muy cerquita de sus labios. Y, en las más atrevidas, hasta saboreando alguna metida en su boca.

Unas imágenes bastante sugerentes teniendo en cuenta que en la mayoría de las culturas el símbolo sexual que siempre han representado las dos cerezas han sido los testículos.

La imaginación hace el resto. Hasta el lunes.

... ... más "historias extra-ordinarias" todo el fin de semana.

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1133. Jueves, 21 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo tercero: "El hombre verdaderamente libre es el que puede rechazar una invitación a comer sin excusarse. (Jules Renard, 1864-1910; escritor francés)

No tengo nada contra el fútbol. Siendo partidario de la eutanasia -al menos de la propia-, no podría dejar de reconocer el derecho que tienen los demás para ejercer su suicidio mental de la forma que mejor les parezca. Aunque para ello usen algo tan absurdo como ver partidos de fútbol.

Lo que ya me parece un poco peor es no poder meter baza en las muchas conversaciones que hay cada día sobre el tema. Sobre todo teniendo en cuenta que estar callado no es una de las cualidades que tengo más desarrolla.

Por eso y siguiendo aquel buen consejo de "si no puedes vencer al enemigo únete a él" me he preparado algo para soltar en el próximo debate sobre el tema. Así, y justo después de que eldecontabilidad nos informe detalladamente -según su costumbre- sobre la profesión de las madres de todos los jugadores (que con el dinero que ganan ya podían retíralas de la profesión más antigua del mucho, pobrecitas mías) yo soltaré la bomba: ¿por qué ese empeñan en llamar esféricos a los balones si resulta que no son redondos?

El balón de fútbol es un icosaedro truncado, un sólido regular como lo son el tetraedro, el hexaedro, el octaedro o el dodecaedro. Eso sí, en su favor conviene decir que de todos -con permiso del rombicosidodecaedro- el icosaedro es el poliedro más fácil de convertir en esfera. Inicialmente formado por doce aristas y veinte triángulos equiláteros, hay que aplicarles un truquito para que puedan acabar sirviendo para jugar al fútbol: hay que capar sus vértices. Así obtenemos lo que en realidad es: una figura de 12 pentágonos, 20 hexágonos y 90 aristas.

A ver quien lo mejora.

... los Dan-one.

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1132. Miércoles, 20 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo segundo: "Quien se siente en el fondo de un pozo para contemplar el cielo lo encontrará pequeño (Han Yu, 768 - 824; escritor chino)

Los sapos siempre me han despertado una especial ternura. Asociación de recuerdos, supongo. Los cuentos infantiles que oía de pequeño, -y oí unos cuantos-, estaban plagados de príncipes convertidos en sapos o ranas que se dirigían a las doncellas que paseaban por los caminos solicitándoles un beso al que ellas solían acceder gustosamente. Eso, cuando eran capaces de escaparse de la despensa de la bruja mala que siempre los usaba para hacer sus pócimas.

Luego me enteré que tanto la extraña afición de las princesas a besuquear ranas como la de las brujas por empeñarse en condimentar sus sopas con tan viscoso animal, tenían una explicación algo menos fantástica. El sapo, y más en concreto su piel, contiene una sustancia, la bufotenina, aislada por primera vez en 1920 por H. Handovskyy, que produce, entre otras cosas, alucinaciones, ilusiones visuales, distorsión de colores y sensación de estar volando.

Vamos, que a falta de otros entretenimientos mejores unas y otras usaban a los batracios para pasar el rato. Hacían bien. Aunque hay algo que no acaba de encajarme. Entiendo lo bien que se lo podían pasar unas señoras brujas subidas en el palo de una escoba y pensando que aquello iba y venía a su gusto, sin embargo, no alcanzo a entender muy bien cómo, después del primer lametón de bufetidina al sapo, y por muy colocadas que aquello les pusiera, las melindrosas princesas eran incapaces de notar la diferencia que debe de haber entre retozar con un príncipe y retozar con un sapo. Por muy incompetentes que fueran los príncipes y muy habilidosas que fueran las princesas manejando sapos.

... más que la gaceta.

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1131. Martes, 19 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo primero: "No puedo comprender por qué en la televisión siempre se excusan las interrupciones pero nunca la programación normal. (Otto Preminger 1906-1986; director de cine estadounidense)

Comer del mismo plato, y con la mano, o beber del mismo vaso, siempre ha han sido símbolos de amor y de unidad, convertidos incluso en liturgia por el cristianismo. Entonces ¿Cómo han llegado a estar tan condenados estos actos por las normas de las buenas maneras? ¿Quién tiene la culpa de que uno quede como un puerco por atreverse a usar las manos en la imprescindible tarea de alimentarse?

Cuentan que el tenedor llegó a Europa procedente de Constantinopla, donde ya eran muy finos, allá por el siglo XV. Teodora, la hija del emperador bizantino Constantino Ducas, lo llevó a Venecia, al casarse con el dux de aquella república. Costó que se pudiera de moda porque se consideraba -y no iban muy descaminados- una extravagancia; tanto que llegaron a condenarlo desde los pulpitos de la época como intrumentum diaboli, por lo complicado que resultaba usarlo para comer algunos alimentos como la pasta.

Pero el tiempo ha dado la vuelta a la tortilla y ahora si hacemos caso a las "buenas maneras" sólo está permitido usar las manos para comer las alcachofas, los espárragos (siempre agarrándolos por el tallo) y las cerezas, y, si acaso, para pelar los plátanos y partir el pan siempre que ya esté servido en la mesa. Pero es que, aunque uno quisiera poner en práctica tan complicadas instrucciones protocolarias, nunca acabaría acertando. Ni entre ellos se ponen de acuerdo. Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, decía "el corazón es un traidor, hay que tenerlo cerrado con siete cerrojos", tal vez por ahí van los tiros de la recomendación de las gentes de esta organización a sus numerarios de que coman los plátanos con cuchillo y tenedor. Pero los que no militamos en tan sufrido grupo, todos los que fuimos carne de colegio público en un extrarradio de provincias, ¿podemos pelárnoslo con las manos sin acabar condenados al fuego eterno? ¿Sufrirá mucho nuestro corazón por sentir la suave textura de nuestro plátano entre el índice y el pulgar?

Para gustos colores, y será todo el pecado que quieran, pero pocos placeres se pueden comparar a comerse tanquilamente un suculento plátano después de haberlo pelado con una buena mano.

... en la luna.

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1130. Lunes, 18 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo trigésimo: "De niño, el menú de mi casa siempre constaba de dos opciones: o lo tomas, o lo dejas" (Buddy Hackett 1924-2003 actor estadounidense)

Ando yo preocupado por un dato que han dado en un coloquio sobre la obesidad. Afirman, que en sólo dos décadas se ha doblado el porcentaje de adultos que padecen obesidad, una enfermedad que ya afecta al 52,7 por ciento de los españoles.

A todos nos gusta comer. No hacerlo cuando la disponibilidad de la comida es abundante se opone a las leyes más básicas de la evolución. Mucho ha tenido que ver en ella nuestro gusto por lo dulce, que ha ayudado a la humanidad a descartar las frutas venenosas; por la sal, que nos ha permitido evitar la deshidratación; y por la grasas, la verdadera reserva energética con la que salir adelante en las épocas de vacas flacas.

Vamos, que dejar de comer más de lo que necesitamos por nosotros mismos no es algo fácil. Lo que no acabo de entender es cómo si las ciencias en general -y la medicina en particular- han avanzado tanto (en los últimos años se han inventado remedios tan milagrosos como la anestesia, capaz de inhibir la sensibilidad y la capacidad para sentir dolor; las vacunas, capaces de erradicar enfermedades milenarias; los antibióticos, con los que pudieron empezar a tratarse las infecciones sin que el remedio fuera pero que la enfermedad; la estructura del ADN, verdadero filón para enfrentarse a las enfermedades hereditarias.. y así podría seguir hasta el infinito y más allá), lo que no acabo de entender, decía, es que no hayan sido capaces todavía de inventar alguna variedad de espinacas, de coliflores, o de acelgas, que tengan sabor a tarta de chocolate con nata montada rellena de mermelada de naranja amarga. Por ejemplo.

Como dijo un piloto de carreras inglés antes de empezar una de sus infinitas dietas "La expectativa de vida crecería si los vegetales olieran como el tocino" .

... transportando niños.

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1129. Viernes, 15 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo noveno: "Por bueno que sea un caballo, necesita espuelas. (Proverbio inglés)

Como casi todos buscan el placer en el sexo. Por eso, y como la mayoría de las veces quedan insatisfechas con las cópulas que realizan con sus parejas, -ellos suelen concluir su actividad sexual en apenas treinta segundos-, ellas acabarán consiguiendo el orgasmo a fuerza de mover sus músculos perivaginales como si fueran un puño, en lo que es una masturbación en toda regla.

La única diferencia entre la vida sexual de las elefantas y las de muchas mujeres es que las paquidermas pueden disponer, aunque sólo sea durante unos míseros treinta segundos, de un pene que puede llegar a pesar los cuarenta y cinco kilos.

Tamaños -que no tenemos- aparte, la única diferencia entre la vida sexual de los elefantes y la de muchos hombres es.. es.. es..

Hasta el lunes..

... más "historias extra-ordinarias" todo el fin de semana.

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1128. Jueves, 14 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo octavo: "Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella" (Seneca, 4 a.C. - 65 d.C.; filósofo romano)

San Valentín. No todos estamos en disposición de expresar correctamente los movimientos de nuestro corazón, sobre todo cuando éstos aspiran a ser correspondidos o pretenden encender los de la pareja.

Es lógico, bastante tenemos la mayoría con querer y ser queridos; sólo faltaría que, encima, tuviésemos que aprender retórica.

Por eso, igual que antes abundaban los manuales para aprender a escribir cartas de amor, hoy se pueden encontrar en la red miles de ellas listas para convertir el exceso de sentimentalismo y la cursilada, en toda una declaración de amor personalizada en exclusiva. Y sólo con cambiar el nombre del encabezamiento. El problema es decidirse por alguna.

Asunto arreglado. No ha sido fácil, pero por fin he encontrado la carta de amor perfecta para un día como el de hoy.

¿Cómo podría alguien no rendirse a quien es capaz de escribirte cosas así?

... sin "falta".

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

1127. Miércoles, 13 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo séptimo: "La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco". (Platón 427 adC-347 adC; filósofo griego)

Los grandes cronistas del amor, ésos cuyas obras han sustentado nuestra educación sentimental, son unos completos embusteros. Nos han hecho creer que el amor es un asunto imperecedero. San Pablo, pecador arrepentido, se lo dijo más exactamente a los Corintios: "El amor no pasa nunca". Todos los mercaderes del sentimiento se han volcado en presentarnos sólo los aspectos más cómodos y deseables del fenómeno, hasta Romero y Julieta, la pareja por excelencia en los sueños sentimentales de muchas generaciones y cuyos arrebatos se antojan como los propios del amor eterno, tienen trampa; su triste final nos hizo pensar que su entusiasmo no tenía fin. Pero los amantes, presos en la hoguera de la pasión, no tuvieron tiempo de vivir sus insignificancias. Es de suponer el destino que les esperaba si sus familias no hubiesen sido tan absurdas. Un matrimonio como Dios manda y, a continuación, el día a día del amor y su realidad. Y la realidad no es precisamente diestra en maravillas.

Por supuesto que el amor existe, y además por narices (¿hubiera podido escribir Neruda sus "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" a los veinte años sin ser una traca de amor a punto de explotar?), los que nos hemos enamorado perdidamente lo sabemos muy bien, pero también sería bueno conocer de antemano qué ocurre cuando hay que empezar a evolucionar hacía un sentimiento más estable. Pasar del ars amandi, que decían los clásicos, a la habilidad para sobrevivir una vez que el ars se ha cansado de acompañarnos. Cuando tu inmaculada pareja, tu gran y perfecto héroe, empieza a llenar la bañera de pelos, a entrar en la cocina para freír un huevo y dejarla como si hubiera habido un terremoto, o a dormir con unos calcetines que sólo se quita cuando se corta las uñas. Cuando enmudecen los violines, se acaba la luna plateada y el amor inicia sus destrozos. Y todos sabemos que el amor, cuando se pone a destrozar, no sabe de privilegios.

El amor es una hermosa mentira, y a cualquier mentira, por muy maravillosa que sea, se impone siempre la realidad. Soportar sus ataques convierte a los amantes en duros héroes de la resistencia cotidiana. Por eso, no estaría mal que de vez en cuando también nos lo recordaran. Incluso en días tan poco apropiados como hoy, víspera de su santo patrón, San Valentín, un santo que, por cierto, fue canonizado en 1969, una terminación numérica tan adecuada como irreverente para el santo del amor. Pero eso es otra historia.

... blancos lanzamientos.

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1126. Martes, 12 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo sexto: "Debe valorarse la opinión de los estúpidos: están en mayoría. (Lev Tolstoi, 1828-1910; novelista ruso)

Manual de Derecho. Descrita como figura jurídica el "uxoricidio honoris causa", o lo que es igual: "matar a la propia esposa por razón del honor".

Hasta el año 1963 -hasta ayer como quien dice- y en España -aquí mismo- el marido que matara a la esposa adúltera y a su amante sufría una "curiosa" pena: el destierro de su localidad.

Si el daño era "distinto" a la muerte, no se contemplaba castigo alguno.

Sin (más) comentarios.

... equilibrios nocturnos.

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1125. Lunes, 11 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo quinto: "Antes de casarme tenía seis teorías sobre el modo de educar a los pequeños. Ahora tengo seis pequeños y ningún teoría". (John Wilmot, 1647-1680; poeta inglés).

El cartel, escrito en chino (técnicamente era "mandarín con una lectura cantonesa de los caracteres", -detalle sin importancia ya que podía haber estado colocado al revés y me hubiera dado igual-), se exhibía a la entrada de un comercio de Hong Kong. Y algo muy importante -o la menos muy convincente- debía decir aquel anuncio cuando, entre tantos negocios juntos y dedicados a lo mismo, la gente, después de leerlo, elegía entrar precisamente en aquel.

El guía, que por alguna extraña razón entendía perfectamente el "mandarín con una lectura cantonesa de los caracteres" (haber nacido allí parece que le ayudó bastante a entender aquel endiablado idioma) lo tradujo sin inmutarse:

"Pase al interior. Nuestros dependientes tratan a nuestra clientela como un padre que quiere casar a una hija".
La pena es que, igual que los niños solamente estornudan cuando tienen la boca llena de papilla, uno nunca tiene una cámara de fotos a mano cuando la necesita. Sobre todo si la he perdido un par de horas antes. Por eso, y a pesar de ser consciente de la enorme cantidad de lectores habituales de esta página capaces de leer un cartel escrito en "mandarín con una lectura cantonesa de los caracteres", he puesto sólo la traducción. Los lunes me resbala (casi) todo.

... insectos.

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1124. Viernes, 8 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo cuarto: "Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos". (Confucio, 551 ad C-479 ad C; filósofo chino)

Estoy harto de la apología que hacen de la pareja los que no la tienen. Estoy harto de la tabarra que me dan la mayoría de los solteros que conozco y que, sobre todo a partir de cierta edad, piensan que tener a alguien al lado para los restos es poco menos que vivir en el paraíso.

Pues no, coño, no. Es verdad que vivir en pareja tiene algunas ventajas (sobre todo si tu compañero es del mismo sexo y tiene la misma talla -el ahorro en ropa es considerable- por ejemplo) pero la situación está muy lejos de ser la que los solterones que andan rozando los cuarenta (sin duda el grupo más desesperado por enganchar a alguien) se imaginan.

Por la cama: disfrutar de una cama de dosxdos para uno solito, sin que nadie ronque al lado, sin que nadie tire del edredón para destaparte, sin que nadie corra por la mañana a ocupar el lavabo, no dejan de ser placeres de los que no todos los mortales podemos disfrutar.

Para poderse quejar a gusto: que es muy socorrido justificar traumas y problemas personales con aquello de esquenadiemequierepobrecitodemi y quedarse tan pancho delante de todo el que te quiera escuchar.

Por la esperanza: al fin y al cabo deben quedar muchos ricos guapos solteros buscando y que todavía no tengan el número de teléfono apropiado: el tuyo. Los que ya estamos cazados no entramos, al menos sin que nos pongan mala cara y peores consecuencias, en esa tómbola del mundo que debe de ser estar acosado por un millonario: por ejemplo.

Por la familia: que nunca estará suficientemente valorado el no tener que aguantar suegros, cuñados, primos, tíos y demás familia de los que no eres sino un adosado que nunca acabarás de caer bien a pesar de aguantar estoicamente paellas de domingo con una sonrisa de dolor de muelas.

Por lo evidente: que la coyuntura política internacional al coincidir con el arcano menor, da como resultado una descompensación de los chakras con relación a Saturno, entrando en retroceso respecto a su ascendiente en Orión, lo que da como consecuencia, como no podía ser de otra manera y es fácil de entender, que el karma se acabe poniendo completamente rancio.

Y sobre todo: ¿por qué conformarse con uno solo pudiendo elegir entre tantos?

... más historias extra-ordinarias todo el fin de semana.

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1123. Jueves, 7 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo tercero: "Imagina y vencerás" (proverbio chino)

Cuando me enteré hace un par de años de la idea aplaudí con las orejas. Un grupo de creadores había realizado una colección de batas de médicos. Me contaron que, en principio, estaban sólo diseñadas para esos payasos de profesión que visitan a los niños enfermos en los hospitales. Sin embargo, pensaba yo que dado que ambas profesiones se parecen como dos gotas de agua, y que la mayoría de las veces resulta casi imposible distinguir si estás hablando con un médico o con un payaso, la globalización acabaría por triunfar y desaparecerían para siempre el aburrido y amorfo blanco de las batas médicas.


Sigo a la expectativa. No pierdo la esperanza. Pero por ahora parece que la única manera de distinguir a un médico de un payaso va a seguir siendo por el color de su bata.

... efecto al balón.

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1122. Miércoles, 6 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo segundo: "Al lado de la dificultad está la facilidad. (Mahoma, 570-632; religioso árabe)

¿Alguien se ha parado a pensar en la cantidad de horas que perdemos en los titubeos antes de pasar a la acción? A mí, por ejemplo, me deja hecho polvo el asunto de la camisa que me tengo que poner cada mañana. Como la mayoría están sucias no tengo muchas para elegir, pero basta que estén disponibles un par de ellas para que la cosa se me complique. No acertar a la primera significa pasarme el día dando tumbos, incómodo pensando en que me tenía que haber puesto la otra. ¿Y decidir entre cereales con chocolate o sin chocolate para desayunar? Física cuántica. Sólo tengo de esas dos clases, pero raro es el día que no esté un buen rato con las dos cajas de la mano sin ser capaz de decidirme por alguna.

No digo yo que tener que tomar decisiones no nos haga madurar, crecer como personas y todas esas milongas que vomitan los libros de autoayuda, pero es duro, muy duro, tenerse que enfrentar cada mañana a tantos retos. Cualquier trabajo es demasiado trabajo cuando uno es vago. Hasta el de tener que decidir.

... por a: Amazon.

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1121. Martes, 5 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo primero: "La expectativa de vida crecería si los vegetales olieran como el tocino" (Doug Larson, 1902-1981; Piloto de carreras inglés)

Todos sabemos que nuestra pareja no está de muy buenas pulgas cuando quiere empezar una conversación con los brazos cruzados. Hasta aquí bien. Pero resulta que dependiendo de la postura que adopten sus brazos y sus manos, podremos saber si el enfado que se nos viene encima es una simple tormenta de verano o se está acercando el diluvio universal.

Unos detalles que, sin duda, nos pueden colocar en una mejor situación para aguantar el chaparrón, o lo que quiera caer.









Lo más importante: no cruzarlos tú. Nunca se sabe quien ha acabado leyendo esto.

... pinturas antíguas.

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1120. Lunes, 4 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo vigésimo: "Bienaventurados los que no tienen nada que decir y resisten la tentación de decirlo". (James Russell Lowell, 1782-1861; escritor estadounidense)

Ahora resulta (más bien ahora me entero yo, que supongo que siempre habrá sido así), que las termitas, chinches, hormigas o incluso las cucarachas, no sólo son comestibles, que eso ya lo sabíamos por los documentales de la dos que tanto nos ayudan en la siesta, sino que, además, su carne es tan sana y nutritiva como la del pollo o la de la vaca.

Si esto es verdad -y no sólo algo que se inventó el becario que lleva la sección de curiosidades para llamar la atención-, lo del hambre en el mundo empezaría a no tener mucha explicación. Otra cosa no, pero el número de cucarachas, chinches y demás animalitos presuntamente proteicos aumenta de forma directamente proporcional a la hambruna del país, es decir, que los países que más hambre pasan son los que tienen más y mejores recursos alimenticios.

Y aquí no valen los remilgos del asco y esas historias. En situaciones de emergencia uno se come hasta a su vecino si se deja. Que se lo pregunten a los supervivientes aquellos de los Andes.

Además tampoco parece que tenga mucho que ver la existencia de agua o vegetaciones varias para que abunde el alimento: todos sabemos como las cucarachas pueden vivir sin ver una sola planta en su corta vida. Eso sí, los que peor lo pasarían iban a ser los vegetarianos, suponiendo que exista alguno por esos lares, aunque me imagino que aplicando el refrán de "a buen hambre no hay pan duro" acabarían por inventarse alguna teoría en la que comer insectos más que de carnívoros, fuera de "insectívoros" con lo que sus conciencias quedarían satisfechas y sus estómagos un poco más llenos.

Ya sabemos que el hombre es un animal muy adaptable, especialmente si le interesa.

Lo reconozco, hay días que la desesperación me lleva a decir tonterías como las anteriores, leyéndolas me doy cuenta de que estar en el trabajo es uno de los factores de riesgos mas evidentes y peligrosos para el equilibrio emocional y la salud mental. Que lo prohíban pero ya.

... suspensos.

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1119. Viernes, 1 febrero, 2008

Capítulo Milésimo centésimo decimonoveno: “El que reclama igualdad de oportunidades acaba exigiendo que se penalice al bien dotado”. (Randall Stuart Newman, 1943; compositor y cantante estadounidense)

Trabajar para el Estado -en alguna de sus múltiples versiones- es lo que tiene. Salvo que aspires a ser subsecretario de algo puedes ir vestido como te dé la real gana. Cada mes y tres días hay una moda nueva. Esta semana es que los tíos lleven chaleco. La idea viene del siempre efervescente (fina manera de decir tocapelotas) departamento de recursos humanos que es donde descansan todos los que no tienen nada que hacer, lo que les permite pensar mucho.

El chaleco es una prenda que se inventaron los señores con abdomen abundante y que usaban mayormente para que al sentarse a comer no se desparramaran mucho sus estómagos y sus barrigas. El problema del chaleco es que sólo favorece a los que están bien hechos y no tienen mollas, o sea a los que no necesitan chaleco.
- Yo creo que ése debería de venir desnudo a trabajar, le dice Mariasun a su compañera de mesa mientras la porra se chupa todo el café.

- No seas guarra Loli, que siempre estás con lo mismo.

- Seré guarra, pero el tío está para hacerle un traje de saliva.

-Si lleva chaleco, es que es maricón – interrumpe Mariapatriciavanesa arrastrando una silla para colocarse en medio de la tertulia y tomar las riendas de la conversación.

-De eso nada. Los maricones van marcando paquete y éste va de tergal.

-Entonces es que la tiene pequeña- sentencia Mariapatriciavanesa mientras recoge de su blusa las migas de la palmera de chocolate que se acaba de meter entre pecho y espalda.

-Serás gili, qué sabrás tú que las únicas que has vito son las que salen en la páginas de la internet.

- Loli, pregúntale si lleva calzoncillos cortos o largos, que me muero de curiosidad.

-¿Yo? Qué corte, Mariasun. Pregúntaselo tú.

- Es que igual piensa que me lo quiero tirar o algo.

-¿No dices que te gusta? Pues tíratelo y déjame en paz, por Dios, qué pesada.
Parece que la igualdad entre hombre y mujeres se empieza a notar en el mundo real. De una forma sutil todavía, pero ya se empieza a notar. Trabajar para el Estado -en alguna de sus múltiples versiones- es lo que tiene. Hasta el lunes.

... más historias "extra-ordinarias" todo el fin de semana.
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