1088. Miércoles, 5 diciembre, 2007

Capítulo Milésimo octogésimo octavo: "Nunca digas lo que realmente piensas delante de gente que no conoces". (Marlon Brando en El padrino)

El cementerio chileno Camino de Cannan ofrece en su catálogo ataúdes con un timbre de emergencia por si, en un momento determinado, uno se despierta en tan apretado y oscuro alojamiento y resulta que todavía no le había llegado la hora del descanso definitivo.

Algo evidentemente muy práctico teniendo en cuenta que existe una cosa que se llama catalepsia y, sobre todo, que cualquiera puede equivocarse al firmar un certificado de defunción. Hasta el mejor escribano echa un borrón.

Dicho lo cual, y aunque una de las últimas cosas que suelen hacer los muertos, sobre todo si mueren ahorcados, es eyacular, hoy, y pese a quien le pese, queda demostrado que también se pueden hacer post cortitos y agradables sin tener que hablar de sexo.

Y es que ando con un poco de prisa. ¡Coño que es verdad, que me voy de puente! Hasta el lunes pues.




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