1008. Jueves, 12 julio, 2007

Capítulo Milésimo octavo: "Dios provee a cada pájaro con alimento, pero no se lo echa en el nido" (George Herbert, 1593-1633, poeta, orador y sacerdote inglés.)

Al menos hay una enfermedad que (y las cosas como son, ni tan siquiera sabía que existía), de la que estoy seguro nunca voy a padecer: la "ginecomanía" o "deseo sexual insaciable por las mujeres".

Sé que ahora todos los heteros y lesbianas del mundo están levantando la mano diciendo eso de "yo la padezco, yo la padezco", pues no tan deprisa. A pesar de lo que pueda parecer a primera vista, (y es que hay mucho fantasma suelto), no es precisamente muy frecuente, aunque algún enfermo hay. Y sino que se lo pregunten a las esposas de un granjero libanés llamado Ghassan Abdel Al.

El granjero en cuestión va por su tercera mujer simultanea y con ruegos por parte de ella de que consiga rápidamente una cuarta. El apetito sexual insaciable de este hombre le ha reportado cuarenta y dos hijos por ahora. Se casó a los ventipocos con su primera mujer con la que tuvo doce hijos y que fue la que le imploró que tomara una segunda.

La segunda le aguantó hasta que parió otra docena que fue cuando tuvo que coger a una tercera, la misma que le ruega que busque una cuarta y que no ve la hora en que su "fogoso" marido la encuentre para poder descasar algo.

¡Y luego otros presumiendo de dos al día!




... ni el cascarón

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

No hay comentarios: